Emisión de Pemex, insuficiente para cubrir adeudos de este año
Los 12,000 millones de dólares (mdd) que el gobierno de México recaudó en una nueva emisión de deuda para apoyar a Pemex representan apenas una décima parte del total de su deuda financiera, que asciende a 98,786 mdd.
Las cifras revelan que la estrategia, aunque ambiciosa, sería apenas “un curita” para la enorme herida financiera de Pemex. Del total de la deuda, 28,025 millones de dólares corresponden a obligaciones de corto plazo, es decir, pagos que deben cubrirse en menos de 12 meses.
El vencimiento más cercano está programado para finales de este año, con un compromiso de 16,945 mdd, lo que significa que la nueva emisión no alcanzaría ni para cubrir la deuda que Pemex debe afrontar en los próximos seis meses.
Además, la petrolera enfrenta una deuda con proveedores y contratistas que asciende a 22,789 millones de dólares, un pasivo que tampoco podría ser cubierto pese a los esfuerzos del gobierno por “rescatar” a la compañía.
En este contexto, Susana Cazorla, directora y fundadora de SICEnrgy, sostiene que, “no queda claro cuánto le van a pagar a los proveedores, eso es gravísimo para la economía estatal, al menos de Tabasco y Campeche, así como de proveedores pequeños y medianos que están en la quiebra”.
En esto coincide Carlos Ramírez, consultor económico y político de Integralia, quien mencionó a EL CEO que “a Pemex le urge salir del círculo vicioso en donde no le paga a sus proveedores”.
Emisión de deuda en rescate a Pemex
El vehículo de inversión Eagle Funding LuxCo, respaldado por el gobierno de México, lanzó una emisión de deuda a cinco años para apoyar las finanzas de Pemex, operación a cargo de JP Morgan, Bank of America y Citibank, con una tasa inicial de 200 puntos base sobre los bonos comparables del Tesoro de los Estados Unidos.
La operación, anunciada previamente por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), busca recaudar hasta 10,000 millones de dólares con el objetivo de fortalecer las finanzas de Pemex.
Según la SHCP, aproximadamente el 14% del monto emitido se amortizará en agosto de 2027; el 43.5% en 2028, otro 14% en 2029 y el 28.5% en 2030. Pero de acuerdo con analistas, se trata de una operación “fuera de balance”, en la que las obligaciones financieras no se reflejan en los estados contables ni de Pemex ni del gobierno federal.
Soberanía energética y refinación, el problema
Sin embargo, aunque se han implementado medidas como la ya señalada, para Susana Cazorla el verdadero problema es que el gobierno continúa apostando por una visión ideológica centrada en la soberanía energética como solución para rescatar a Pemex.
Y siguen hablando de la misma estrategia que es la que está causando las mayores pérdidas operativas (…) A mí eso es lo que me sigue llamando la atención, despides trabajadores, haces recortes, lanzas estrategias que generan deuda, pero sigues operando igual
destaca.
Solo en el segundo trimestre de este año, la producción petrolera se desplomó 8.6%, los ingresos totales por ventas y servicios cayeron 4.4% y la pérdida de operación fue de 588 millones de dólares.
Cazorla refiere que el anuncio de los 10,000 millones de dólares “parece razonable, pero una cosa es seguir refinanciando la deuda para bajarle, para poder seguir operando, pero que tus operaciones sean cada vez más eficientes y con menos costos. Eso es lo que falta aquí”.
Para ella, una de las medidas clave que realmente podrían brindarle un respiro a Pemex es priorizar la exportación de crudo en lugar de destinarlo a la refinación interna. En el segundo trimestre de este año, el área de Transformación Industrial tuvo una pérdida neta de casi 20,000 millones de pesos.
En este contexto, Carlos Ramírez advierte: “Si tú tienes una empresa que en su área de refinación sigue perdiendo dinero y sigues con esta tontería absurda de querer ser autosuficiente en gasolinas y querer fijar el precio a un precio que es artificialmente bajo, no te van a dar los números. Vas a seguir perdiendo dinero”.
La huida de las grandes empresas
Ramírez refiere que las grandes empresas petroleras —como Shell, Chevron o Petronas— ya se han retirado del país, particularmente en el segmento de exploración y producción (aguas arriba).
Lo que sí es claro, según el experto, es que los nuevos contratos con privados no serán lo suficientemente atractivos para traer de vuelta a las grandes firmas globales. Esto coloca a Pemex en una situación crítica.
Por ello, el especialista advierte que la medida implementada por el gobierno federal no es más que “un curita” que no atiende el problema estructural de fondo. Y mientras persistan gastos como el de la construcción de la refinería de Dos Bocas —que terminó costando tres veces más de lo proyectado—, Pemex difícilmente podrá recuperarse.
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