Argentina atraviesa por una severa crisis económica desde hace más de veinte años y tiene una de las inflaciones más elevadas en el mundo, que afecta seriamente el poder adquisitivo de la población.
La atención está puesta en el país sudamericano luego de que el candidato del partido La Libertad Avanza, Javier Milei, ganó las elecciones primarias este fin de semana y se perfila como el próximo presidente de Argentina.
Una de las propuestas de campaña más controversiales de Milei es la dolarización del país, medida que puede ayudar a la lucha contra la inflación, pero que también tendría efectos negativos, de acuerdo con analistas consultados.
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La dolarización en otros países
En el mundo hay alrededor de una decena de países que han adoptado al dólar estadounidense como su moneda de curso legal, después de vivir inflaciones muy altas.
Es una medida extraordinaria y desesperada porque la gente no confía en el banco central ni en las políticas que terminan afectando la inflación y generando depreciaciones en su divisa
comentó Gabriela Siller, directora de análisis económico en Banco Base.
La inflación acumulada de los últimos 12 meses en Argentina repuntó a 115.6% durante junio, de acuerdo con las cifras más recientes, el registro más alto en más de tres décadas.
Los esfuerzos del banco central con fuertes alzas a la tasa de interés no han tenido el resultado esperado y el descontento de la población se reflejó en las urnas del domingo pasado.
Siller explicó que si bien la dolarización aminora el impacto de la inflación, la medida debería ser la última opción de un país para luchar contra los incrementos de precios por los efectos adversos que conlleva.
En América Latina, Panamá, Ecuador y El Salvador son los países que están dolarizados.
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Argentina está cerca de la dolarización
James Salazar, subdirector de análisis económico en CIBanco, recordó que Argentina es un país que está cerca de la dolarización, dado que la moneda local ha perdido valor.
Sigue circulando el peso argentino, pero la mayoría de los ciudadanos cambian sus pesos a dólares. Digamos que en la práctica, Argentina ya funciona como una economía dolarizada
comentó.
Para dimensionar, desde el inicio del gobierno del presidente Alberto Fernández, el peso argentino es la moneda más depreciada de una canasta de las 23 principales divisas de economías emergentes.
Tras la victoria de Milei, el Banco Central de la República de Argentina (BCRA) devaluó la paridad del tipo de cambio fijo peso/dólar en 18%, una medida que puede desatar mayor inflación en el corto plazo, advirtieron los analistas.
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Riesgos con desaparición del banco central
El candidato presidencial, de formación en economía e inclinado a la derecha más radical, también puso sobre la mesa la desaparición del banco central, algo que es común en los países dolarizados, aunque hay excepciones.
La propuesta implica riesgos para la economía y el sistema financiero, al no haber un manejo de la política monetaria, ni un banco central que pueda sostener a la banca comercial.
Ante un choque externo, te quedas sin las herramientas vitales para hacer frente a alguna circunstancia de esa naturaleza
mencionó el estratega de CIBanco.
En un momento de crisis económica, por ejemplo, los bancos pueden quebrar si no hay una institución a la cual recurrir en el caso de presentar problemas de liquidez.
Sin embargo, Siller dijo que el gobierno tendrá que crear alguna entidad que figure como banco central, sin ejecutar una política monetaria, para encargarse de los dólares que lleguen al país.
Costo financiero mejora, pero no evita riesgo de default
El hecho de tener una economía dolarizada reduce el costo financiero de un país, aspecto que tiende a controlar la inflación, reducir las tasas de interés, además de impulsar el consumo y el crecimiento económico.
Aun así, esto no evita el riesgo de que una economía tan debilitada como la argentina pueda caer en default.
La economista de Banco Base expuso que actualmente Argentina es el mayor deudor del Fondo Monetario Internacional (FMI), por lo que ha establecido negociaciones para ampliar los plazos de pago.
En opinión de Salazar, la dolarización no resolvería de fondo los problemas de Argentina, como lo son la poca credibilidad de la población hacia las instituciones, afectaciones en materia laboral y fiscal, así como la inflación.
