La creciente tendencia por la inteligencia artificial (IA) ha impulsado a compañías como la fabricante de chips Nvidia, lo cual ha generado en el mercado la duda si estas empresas han caído en una de las famosas burbujas especulativas.
Las burbujas especulativas en los mercados financieros hacen referencia al aumento continuo de un activo, aún y cuando su valor ya es muy alto. Esto se da gracias a que su poseedor piensa que podría venderlo a un precio superior.
Nvidia y la IA no son las primeras en provocar una tendencia de este tipo, incluso se podría decir que son episodios recurrentes. El problema es que tarde o temprano la burbuja se romperá, el precio caerá y ello traerá una serie de pérdidas.
Otros casos de burbujas especulativas
En 1995 inició la burbuja llamada “puntocom”, la cual explotó cinco años más tarde. Dicha tendencia se aprovechó del surgimiento de nuevas tecnologías y el internet, lo que provocó la creación de nuevas empresas que comenzaron a cotizar en diferentes Bolsas de todo el mundo.
Al ser una novedad, estas compañías lograron atraer capital hasta desarrollar lo que parecía un terreno fértil de la digitalización. Su modelo de negocio se basaba en promesas, ya que esperaban obtener un crecimiento aprovechando internet, pero en un inicio no generaban beneficios.
Su meta era que con el pasar del tiempo alcanzaran la suficiente fama para en algún momento tener los recursos suficientes para cubrir sus gastos y obtener ganancias. La mayoría de las empresas de este grupo terminó en el fracaso, provocaron el desplome de las bolsas y terminaron quebrando.
El caso de Nvidia
La fiebre por la IA ha ayudado a que la compañía con sede en Santa Clara, California, alcance un valor de capitalización que sólo está por debajo de la de otras gigantes tecnológicas como Apple y Microsoft.
El auge de la compañía dio sus primeros banderazos durante la pandemia, cuando muchas empresas tecnológicas despuntaron de manera importante. Su acción se ha multiplicado por más de 13 veces y en los últimos cuatro meses se ha duplicado, según James Salazar, subdirector de Análisis Económico y Sectorial en CIBanco.
Si bien la compañía estadounidense es parte de una burbuja que podría estallar en cualquier momento, su caso ha mostrado ser diferente a otros. Esto se da gracias a que no sólo vive de la promesa de entregar beneficios a futuro, sino que en realidad es una empresa rentable.
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