El nerviosismo inundó a los mercados financieros a lo largo de esta semana, luego del colapso de Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank en Estados Unidos, a lo que se sumó la noticia de que se agravaron los problemas de liquidez para Credit Suisse.
Por la cantidad de activos manejados al momento del crash, las quiebras de SVB y Signature son la segunda y tercera más grandes en la historia de los Estados Unidos.
La debacle de estas entidades revivió los fantasmas de la crisis financiera que estalló en 2008, que puso en jaque a Wall Street y a la economía global; sin embargo, hay contrastes con aquél episodio, de acuerdo con analistas.
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Origen de la crisis
Banco Base destacó que una de las diferencias es el origen del problema, pues en la crisis subprime de 2008 se trató de un riesgo de crédito por la incapacidad de las personas de pagar sus hipotecas.
Mientras que el colapso de SVB y otros bancos regionales estadounidenses de esta semana está relacionado con un riesgo de mercado, por el alza agresiva de la tasa de referencia de la Reserva Federal (Fed).
Lo que sucedió con SVB es que tenía gran parte de sus activos invertidos en papeles de renta fija de largo plazo, por ejemplo, bonos del Tesoro estadounidense a 10 años, que pierden valor cuando suben los tipos de interés.
El problema llegó cuando los clientes del banco retiraron sus depósitos al mismo tiempo, lo que desencadenó un riesgo de liquidez por no poder hacer frente a sus obligaciones sin incurrir en pérdidas.
Hoy esos títulos presentan minusvalías, y ante una corrida bancaria tienes que venderlos y esas minusvalías se convierten en pérdidas
dijo Luis Gonzali, director de inversiones en Franklin Templeton.
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Velocidad de respuesta
El temor sobre posibles riesgos adicionales para el sistema financiero global a raíz de estos eventos obligó a las autoridades a responder de forma más rápida que en 2008 para contener el pánico de clientes e inversionistas.
Además, los bancos más grandes están en una posición financiera más sólida gracias a que la regulación se intensificó en los años posteriores a la crisis subprime para evitar un evento igual.
Los esfuerzos del gobierno de Estados Unidos y la Fed se enfocaron en rescatar a los depositantes y no a los inversionistas de los bancos, como pasó en 2008, pero esta situación genera algunas dudas en el mercado.
No se puede decir que esto es una crisis igual, pero hay elementos preocupantes y una tendencia a no hacer las medidas completas para subsanar la confianza de forma definitiva
mencionó José Segarra, fundador de la firma de asesoría financiera SetGo.
¿Efecto dominó?
Se teme que también pueda activarse un efecto dominó por riesgo de crédito aunado a la quiebra de SVB, pues habrá entidades que no reciban en tiempo y forma los pagos esperados.
El gran golpe se lo llevarán los bancos más pequeños en Estados Unidos, de acuerdo con los analistas consultados. En ese país hay 4,706 bancos, de los cuales solo alrededor de 800 tienen más de 1,000 millones de dólares en activos.
Una vez que colapsan dos bancos se habla de una falta de liquidez, pero lo que empieza como riesgo de mercado se puede convertir en un riesgo de crédito
explicó el estratega de SetGo.
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Credit Suisse, con mayor riesgo
La situación en Estados Unidos aceleró la caída de Credit Suisse, el segundo banco suizo más grande, que ya arrastraba problemas financieros por malos manejos desde varios años atrás.
Credit Suisse obtiene un salvavidas por 54,000 mdd
Los Credit Default Swaps (CDS) de Credit Suisse subieron a un máximo histórico de más de 1,000 puntos base este jueves, una señal de que el mercado descuenta que está en riesgo de liquidez.
En tanto, los CDS de otros bancos han incrementado en días recientes, pero se mantienen en niveles muy por debajo de máximos, en su mayoría alcanzados durante la crisis subprime.