La reelección del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está en peligro, y el desafío no viene directamente de algún candidato demócrata, sino de la pandemia COVID-19, el nombre científico del coronavirus de Wuhan.

La profundidad del impacto económico que tendrá el coronavirus ha mandado señales de alerta. El consenso de analistas tiene una probabilidad de recesión global de 43% para los próximos 12 meses. Sin embargo, existe una gran divergencia en las opiniones de los panelistas -que participaron en la encuesta de FocusEconomics- con un pronóstico mínimo de 5% y un máximo de 90%.

Para Estados Unidos, los analistas de Good Judgment dan 36% de probabilidad de que la principal economía del mundo entre en recesión; Moody’s Analytics tiene un rango de 33% y 49% para que se contraiga.

Históricamente, ningún candidato a la presidencia estadounidense ha logrado reelegirse si la economía entra en recesión. El último caso fue George Bush padre. Pese a que en 1991 logró gran aceptación por terminar con la Guerra Fría y salir victorioso de la Guerra del Golfo, no evitó que la economía de Estados Unidos terminara en recesión.

La única manera que Trump pierda las elecciones en noviembre es con una economía débil. El mejor ejemplo es Bush padre. Cuando llegaron las elecciones en noviembre de 1992, el estadounidense promedio ya sentía en su bolsillo que la economía no iba bien

dijo Raúl Bringas, académico de la UDLAP.

Dicha recesión inició en julio de 1990 y duró ocho meses; el PIB se contrajo 1.5% y la tasa de desempleo alcanzó 6.8%. Una de las principales causas de la crisis económica fue que Irak invadió Kuwait, lo que provocó un incremento en el precio del petróleo.

Es la economía, estúpido

“Es la economía, estúpido”, fue uno de los lemas que llevaron a Bill Clinton, gobernador de Arkansas, a derrotar a Bush en las urnas. La frase era una respuesta a la campaña de Bush que evocaba sus triunfos en política exterior, pero dejó a un lado los problemas internos de su país.

Y mientras los economistas debaten qué tan profundo será el impacto del coronavirus en 2020, el mercado accionario ya lo resiente.

Por primera vez en 11 años, el Promedio Industrial Dow Jones (DJIA) entró en etapa de corrección, es decir, ha retrocedido, al menos 20%. El derrumbe del DJIA ocurrió en menos de un mes -del 12 de febrero al 11 de marzo- el índice cayó 20.30% y perdió 5,998 puntos.

Los otros índices accionarios referentes, el S&P 500 y el NASDAQ Compuesto, están a un punto porcentual de entrar en corrección; cada uno ha cedido 19% en menos de un mes.

El peor enemigo en estos momentos para Trump no son los demócratas, es el coronavirus y sus consecuencias económicas. El virus impactó de manera negativa al mercado accionario, no solo estadounidense, sino mundial, y Trump ya no puede tomar como bandera de campaña el buen desempeño de los mercados

dijo Iván Santín, analista independiente.

En enero pasado, Trump escribió desde su cuenta de Twitter:  “Mercado accionario, en récord. ¿Cómo les va a sus planes de pensiones? ¿70, 80, 90% arriba? ¡Solo 50%! ¿Qué están haciendo mal”.

Trump ha sido uno de los presidentes que más ha impulsado al mercado, un ejemplo fue su reforma fiscal que recortó varios impuestos. Ha apoyado a Wall Street desde que tomó posesión y para él, su índice de bienestar económico, es el mercado, de acuerdo con Santín.

Desde el 20 enero de 2017, cuando tomó protesta como presidente, hasta el 19 de febrero de 2020, el Dow Jones avanzó 48% y el NASDAQ Compuesto 77%. Sin embargo, el último mes ha sido de caídas de entre 19 y 20%.

Si Trump pierde las elecciones el mercado no lo tomará bien, aunque dependerá quién sea el candidato demócrata. Bernie Sanders es senador por el estado de Vermont y, como precandidato impulsa el socialismo democrático que consiste en expandir los servicios gratuitos de salud y mejorar el sistema de educación pública, entre otros puntos.

Joe Biden es exvicepresidente de Estados Unidos, bajo el mandato de Barack Obama. Biden recibió un impulso extra en su carrera a la presidencia cuando, presuntamente, Trump presionó al presidente de Ucrania para que investigara al hijo del precandidato demócrata y sus negocios en el país europeo. Fue tal el escándalo, que los demócratas buscaron someter a Trump a un juicio político, aunque finalmente no procedió.

Si es Bernie Sanders, el mercado lo tomará negativo, si es Joe Biden, podría ser moderadamente negativo

dijo Félix Gallardo, operador de Bolsa.

Entre sus promesas, Sanders busca cobrar más impuestos para las personas de mayores ingresos, algo que no ha sido bien tomado por Wall Street. Biden ha sido más moderado al respecto.

La duda que existe es si el tiempo será suficiente para que la desaceleración la resienta el estadounidense promedio. Solo faltan ocho meses para las elecciones de noviembre

dijo Bringas.