Los precios del cobre se dispararon este lunes por encima de los 9,000 dólares por tonelada por primera vez desde 2011, ya que las primas del metal de entrega rápida en la Bolsa de Metales de Londres (LME) alcanzaron máximos de dos años, lo que sugiere que la oferta es escasa mientras mejoran las perspectivas de recuperación de la economía global.
A las 11:15 a.m. (hora de CDMX) el cobre recortó sus ganancias iniciales en la LME y avanza 4.17%, a un precio de 8,909.50 dólares por tonelada, de acuerdo con datos de Bloomberg.
Los precios del metal rojo han subido alrededor de 7% desde que China volvió el jueves de sus vacaciones del Año Nuevo Lunar, llevando las ganancias al 16% este año después de un aumento del 26% en 2020.
El cobre, junto con el petróleo, son los dos activos que acumulan los mayores rendimientos en lo que va de 2021, a medida que el dólar se debilita por la política monetaria ultralaxa de la Reserva Federal (Fed).
Se espera que la demanda de cobre, usado en la construcción, supere la oferta en los próximos años ante un mayor gasto en energías renovables del gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dicen muchos analistas, lo que impulsaría el aumento de los precios.
Los especuladores elevaron su posición larga neta en la LME al 50% de los contratos abiertos el jueves, la mayor cantidad desde 2017, señalaron los corredores de Marex Spectron.
Los valores de otros metales industriales también suben. El níquel cotizó este lunes por encima de los 20,000 dólares la tonelada por primera vez desde 2014, mientras que el platino tocó su nivel más alto desde ese mismo año.
Riesgo inflacionario
El alza de los metales se produce en medio de crecientes perspectivas sobre una mayor inflación durante los próximos años, resultado de los estímulos de gobiernos y bancos centrales.
Las expectativas de la aceleración de la inflación dieron pie a un aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años, que este lunes tocaron un máximo desde inicios de 2020.
La posible aprobación de un mayor gasto fiscal en Estados Unidos y el despliegue de las vacunas contra el COVID-19 disminuyen el apetito de los inversionistas por activos de riesgo, como las acciones.
En la jornada, los principales índices de Wall Street registran altibajos, en línea con un declive de las acciones globales.
Con información de Reuters