Las medidas de confinamiento que se han implementado para contener el ritmo de contagios de COVID-19 golpearon con fuerza los niveles de empleo, lo cual ya repercute en el sistema bancario.
Ante esta situación, BanCoppel ha implementado ya algunas medidas para enfrentar los efectos de la debilidad económica, que amenazan con aumentar más la morosidad entre los usuarios de créditos bancarios.
El Índice de Morosidad (IMOR) del sistema bancario tuvo un aumento de un cuarto de punto porcentual entre mayo de 2019 a mayo de 2020, con lo que se ubicó en 2.14%, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria de Valores (CNBV).
El IMOR de BanCoppel, en tanto, disminuyó 73 puntos en los últimos 12 meses, a 14.05%, aunque se mantiene como una de las seis instituciones financieras con una morosidad de doble dígito. El IMOR representa el retraso en el cumplimiento de pago por parte del acreditado.
Hemos tenido una disminución en el índice de morosidad del banco desde el año pasado y hemos apoyado a nuestros clientes, a través de los programas de apoyo de diferimiento de sus pagos, para que puedan recuperar y afrontar sus pagos
dijo en entrevista Julio Carranza, director general de BanCoppel.
BanCoppel es uno de los bancos enfocados en otorgar préstamos a las personas más vulnerables, que suelen laborar en el sector informal, así como a pequeños negocios. Y su modelo de negocio también se basa en otorgar préstamos a los clientes que compran en sus tiendas.
Los apoyos
En marzo, varios bancos implementaron un programa para diferir parcial o totalmente los pagos de capital y/o intereses hasta por cuatro meses, con la posibilidad de ampliarlo dos meses. A finales de junio, las autoridades anunciaron que el apoyo se extenderá hasta julio.
Lo anterior debido a los altos niveles de desempleo que ha traído la crisis. Tan solo en el sector formal se perdieron por lo menos un millón de puestos de trabajo en tres meses. Mientras que datos de INEGI indican que entre el sector formal e informal se habrían perdido por lo menos 10 millones de plazas.
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De acuerdo con el directivo, 837,000 clientes del banco, que representan 20% del total, se acogieron al programa de diferimiento. Esto además, les permite a los bancos no registrar los créditos reestructurados como cartera vencida, y de esta manera, no incrementar las reservas durante la moratoria de pagos.
Carranza, también uno de los vicepresidentes de la Asociación de Bancos de México (ABM), comentó que, desde hace dos años el banco trabaja en afinar sus procesos de originación de crédito, así como en limpiar su cartera.
Mientras tanto, la incertidumbre que impera debido al desarrollo de la pandemia complica prever la magnitud de la caída que tendrá la economía mexicana. La mediana de los analistas que participaron en la última encuesta de Citibanamex espera una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de 9.2%.
(Las estimaciones) significan que deberíamos esperar una situación difícil con la economía nacional los meses que vienen. BanCoppel ha estado muy dedicado a tener una fortaleza financiera que le permita afrontar toda esta crisis
comentó Carranza.
Por encima de la industria
El Índice de Capitalización (ICAP) de BanCoppel se ubicó en mayo en 26.36%, por encima de 16.04% del sistema y casi tres veces por arriba de lo mínimo que exigen las autoridades (10.5%). El ICAP representa la fortaleza financiera para soportar pérdidas no esperadas por los riesgos en los que incurre.
El Índice de Coberturas de Reservas del banco llegó a 1.25 veces su cartera vencida.
Toda nuestra cartera que está vencida tiene una cobertura del 125% y nos permite estar tranquilos. Además, tenemos planeado apartar a diciembre 500 millones de pesos adicionales como reservas preventivas
dijo Carranza.
“La solidez financiera de BanCoppel es clara y, además, tenemos el apoyo de un grupo como Coppel. BanCoppel tiene hoy una solidez importante y nos estamos encargando (que) siga hacia delante”, comentó Carranza.
En este contexto, Banco de México (Banxico) ha puesto en marcha diversas medidas para garantizar la liquidez en el sistema financiero, así como para impulsar que los bancos aceleren los créditos a las personas físicas y las micro, pequeñas y medianas empresas afectadas por la pandemia. Estas medidas suman ya 750,000 millones de pesos.
“Banco de México lo ha hecho bien y ha estado apoyando muy determinantemente a todos los bancos que requieran liquidez”, dijo Julio Carranza.
Aunque para el banquero, Nacional Financiera aún podría hacer más para apoyar al sistema bancario.
“Nacional Financiera todavía no ha hecho el esfuerzo que necesitamos que haga para ayudarnos a salvar millones de empleos y cientos de miles de pequeñas empresas que hoy es cuando necesitan el apoyo”, dijo Carranza.
Por lo pronto, comentó que, “viendo cómo están las cosas, cómo está el panorama hacia adelante, lo que hemos estado haciendo con las reservas preventivas adicionales es para estar totalmente seguros de que la solidez del banco permanezca como ha estado hasta ahora”.