El balance de riesgos para México en el mediano plazo se ha deteriorado ante la incertidumbre del rumbo que tomen las políticas públicas del nuevo gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“El balance de riesgos sí está más cargado hacia la parte baja debido a que vemos bastante incomodidad de los inversionistas por la incertidumbre que se ha generado”, comentó en conferencia telefónica Jaime Reusche, analista de crédito soberano de Moody’s.
“Muchos de los retos con los que se va a encontrar el nuevo gobierno surgen a raíz del giro que están dando las políticas públicas y los mercados se ven más pesimistas por la cancelación del aeropuerto”, dijo Reusche, quien indicó que observarán las acciones del nuevo gobierno para tomar una decisión sobre la perspectiva crediticia.
En octubre pasado, como presidente electo López Obrador, canceló la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) tras realizar una consulta ciudadana. Esta decisión, sumada a la volatilidad global, generó volatilidad en el tipo de cambio y en el mercado accionario mexicano.
En este sentido, Moody’s espera un panorama con claroscuros para México. Por un lado, prevé que la economía siga con tasas de crecimiento de alrededor de 2%, aunque con riesgos a la baja, debido a los cambios que veremos en el rumbo de las políticas públicas.
Mientras que, por el lado fiscal, el panorama luce más favorable, por lo menos durante el próximo año, ya que el gobierno saliente dejó un punto de partida bastante sólido que generó el aumento en los ingresos tributarios y la disminución de la participación de los ingresos petroleros, lo que incluso deja espacio para absorber probables caídas en los ingresos.
Por lo pronto, los inversionistas y calificadoras están a la espera de la entrega del Paquete Económico del 2019, que se espera a más tardar el 15 de diciembre.
“Nos queda mucho curiosidad cómo va a cuadrar todas estas iniciativas de gasto, cómo se va a constituir el Presupuesto de Egresos, para llegar a la meta de 0.8% de balance presupuestario. Si no vemos cambios bruscos en el balance fiscal, no debería correr riesgo la calificación sobre temas fiscales”, dijo Reusche.
En medio de esto, destacó que el gobierno de López Obrador tiene la tarea de recuperar la confianza que han perdido algunos inversionistas tras la cancelación del NAIM.
“Recuperar la confianza nunca es fácil en ningún caso y hay que mantener y dar señales de que no vamos a ver giros bruscos en las políticas públicas. El presupuesto podría ser un primer paso y es por eso que todos van a prestar mucha atención en particular al gasto, luego es el manejo del día a día y a futuro no ver medidas que generen mayor incertidumbre o que cambie radicalmente la percepción del manejo prudente macrofiscal que siempre han relacionado los inversionistas con México”.