Los problemas de Aeroméxico van más allá de una caída de sus acciones. La aerolínea enfrenta un proceso de reestructura, baja liquidez, elevada deuda, así como la degradación crediticia.
Al cierre del primer trimestre, la aerolínea tenía en efectivo y equivalentes 13,239 millones de pesos, pero su deuda financiera de corto plazo era de 9,558 millones de pesos, es decir, 72% de lo que tenía disponible en caja. La deuda total financiera ascendía a 47,733 millones de pesos.
Especuladores ven atractivas las acciones de Aeroméxico
Los números de pasajeros complican más el panorama. De enero a mayo, el número de pasajeros transportados por Aeroméxico bajó 47.7% a 4.46 millones. En mayo, el desplome fue de 92.4% a 135,000 personas, comparado con el mismo mes del año anterior, afectado por la pandemia de COVID-19.
Moody’s estima que el tráfico de Aeroméxico regrese a los niveles de 2019 hasta 2023.
El 30 de junio, Aeroméxico inició un proceso de reestructura financiera bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en Estados Unidos. La noticia pasó factura a sus títulos que, el 1 de julio, cerraron en un mínimo histórico de 4.17 pesos.
Las acciones de la aerolínea presentan un ajuste de 68.35% en lo que va del año. Como referencia, el S&P/BMV IPC, el principal índice de la Bolsa Mexicana de Valores, cede 13.10%, el mismo periodo.
El Capítulo 11 permite que una empresa pueda reestructurar su negocio, deuda y activos, mientras continúa con su operación. No obstante, los términos están sujetos al cumplimiento de sus obligaciones bajo el plan de reorganización.
Por lo pronto, los papeles de la emisora podrían seguir con movimientos abruptos las próximas semanas.
Aeroméxico buscará conseguir financiamiento para seguir subsistiendo en el corto plazo y llegar a acuerdos con los acreedores, proveedores y sindicatos. Van a existir rumores y negación de información negativa
dijo Eugenio Gallegos, analista financiero y bursátil independiente.
El anuncio del Capítulo 11 le pasó un costo extra a Aeroméxico: la degradación de sus calificaciones crediticias.
Verum recortó a ‘D/M’ desde ‘3/M’ la calificación del programa de Certificados Bursátiles de corto plazo por un monto de hasta 3,000 millones de pesos y una vigencia de cinco años. También disminuyó a ‘BB/M’ desde ‘A+/M’ la calificación de las emisiones de certificados bursátiles con clave de pizarra ‘AERMXCB 17’ y ‘AERMXCB 19’ y con observación ‘Negativa’.
El panorama para México y para el sector de aviación se debe tratar con cautela. La recuperación se alargó más de lo que pensábamos en un inicio. Si no hay un rebrote, Aeroméxico debería recuperarse los próximos meses, aunque su nivel de pasajeros no regresara a los niveles prepandemia en un año y medio o dos años
dijo Jonathan Félix, director asociado de Verum.
La semana pasada, Moody’s recortó la nota de la aerolínea a ‘Ca’ desde ‘Caa1’ y bajó a ‘Caa2’ desde ‘C ‘ la calificación senior no garantizada en sus pagarés globales con vencimiento en 2025, con perspectiva negativa. Y señaló que las pérdidas para los acreedores no garantizados existentes pueden ser superiores a 70%.
El anuncio del Capítulo 11 se trasladó inmediatamente al precio de la acción de Aeroméxico. Una parte de posibles bajas de calificación o incluso impago podrían haberse descontado en las caídas de sus títulos desde finales de febrero, incluso antes
dijo Jonathan Zuloaga, asesor macroeconómico y de mercados de Columbus.
Por lo pronto, Andrés Conesa, director general de Aeroméxico ha dicho que la empresa reajustará su tamaño y reducirá sus operaciones como parte de su reestructura, pero señaló que el modelo de negocio sigue vigente.