La agilidad es uno de los pilares sobre el que las empresas se han apoyado para adaptar su liderazgo a la creciente incertidumbre ante la pandemia, y México parece ser uno de los países de América Latina que más ha entendido la necesidad de adoptar una mindset agile, de acuerdo con la firma everis.
Debido a la pandemia de COVID-19, los tomadores de decisiones han ajustado su modelo de negocio, reconfigurar sus operaciones, adaptarse a las nuevas demandas del mercado, y replantearse la dinámica diaria de sus colaboradores.
El principio de mindset agile es el punto de partida para que las empresas u organizaciones mantengan su liderazgo, aunado al desarrollo de ciertas competencias que permitan que los equipos de trabajo puedan lidiar con la “nueva normalidad” y adaptarse hacia el futuro con nuevos esquemas.
De acuerdo con everis, hay cinco competencias para una organización adaptativa que, aunado a la eficiencia en los procesos y la disminución de costos, generan una estrategia de liderazgo y organización para las empresas.
Balancear la estrategia y el presupuesto; innovar las propuestas de valor; entregar de manera rápida y oportuna productos o servicios; adaptar y optimizar operaciones y escalar la colaboración y el trabajo efectivo son las principales competencias que se deben generar en una empresa.
¿Qué motiva a las organizaciones a ser ágiles? Una de las principales razones es que ven la agilidad como un medio para la transformación en medio de la incertidumbre de la contingencia para generar nuevas habilidades futuras
Frank Muñoz González, director del Centro de Excelencia Ágil en everis México.
Sin embargo, hay varios obstáculos en la adopción de agilidad, principalmente en una resistencia al cambio por parte de la organización, que se calcula es de 49%, según el estudio ‘La agilidad organizacional en México, una revolución a dos velocidades’.
A esta resistencia como obstáculo le siguen los asuntos regulatorios, en un 20% y la falta de entendimiento y educación sobre el tema en 13%.
Consultado por EL CEO sobre los desafíos que supone hacia adelante un escenario de ‘nueva normalidad’, Muñoz González comentó que si el trabajo remoto ante la pandemia ha demostrado que es posible que los equipos de trabajo mantengan niveles altos de productividad y transparencia en los resultados.
El gran desafío va a ser seguir trabajando con los mandos medios y con las organizaciones en el entendimiento de cómo van a cambiar las dinámicas y cómo se van a mantener los esquemas híbridos
Otro gran desafío es lograr que los colaboradores aprovechen la virtualidad y no se sientan desgastados, porque será necesario encontrar una ruta para conectar con la gente a través de distintas prácticas de prueba y error, agregó.
Finalmente, everis considera que entre los principales desafíos a futuro está la consolidación del modelo y escalamiento en la organización, así como la reestructura, definición de nuevos puestos y basculación de poder.
Asimismo, plantea como otros de los grandes retos hacia una ‘nueva normalidad’ postpandemia la definición y priorización de objetivos, así como la retención y concentración de talento.