Fernando Chico Pardo: la victoria sobre Germán Larrea que lo convirtió en dueño de Banamex
Este lunes, Citi concretó la venta de una participación accionaria del 25% de Grupo Financiero Banamex a una compañía propiedad de Fernando Chico Pardo y miembros de su familia inmediata.
El siguiente paso para la separación definitiva de ambas empresas es el lanzamiento de la oferta pública inicial (OPI) de Banamex, que sería enlistada en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) posiblemente en 2026, dependiendo de factores del mercado y de la autorización regulatoria.
Derivado de la venta, Chico Pardo asumió la presidencia del Consejo de Administración del Grupo Financiero Banamex y Manuel Romo seguirá como director general del grupo y del banco.
La lectura del proceso, de acuerdo con la columna de Mario Maldonado, director general de EL CEO —publicada en El Universal— es que Chico Pardo, también dueño de Promecap e inversionista mayoritario de Asur, entra a la gobernanza, pero no a revolucionar el manejo operativo, mientras Citi conserva el control para conducir la ruta hacia la bolsa.

¿Cómo llegó Fernando Chico Pardo a la compra de Banamex?
Maldonado describe a Chico Pardo como un personaje que no le alcanza con ser inversionista, ya que quedó demostrado que también quiere ser banquero y “tiene pedigree” para lograrlo, pues el empresario hizo carrera en Wall Street; fundó Acciones y Asesoría Bursátil; fue director general de Grupo Financiero Inbursa y después creó Promecap, además de participar en consejos corporativos de alto calibre.
Por eso en el mercado lo describen como money maker; alguien que entra cuando ve creación de valor, disciplina y salida clara. Su apuesta por Banamex, con el sello de Citi y la promesa de una OPI, es exactamente ese tipo de jugada
expresa el director general de EL CEO en su columna.
En este recuento de su trayectoria no puede olvidarse la influencia de la relación Fernando Chico Pardo-Carlos Slim. Haber pasado por Inbursa y consejos corporativos han acercado al dueño de Asur al ecosistema de confianza del hombre más rico de México.
No significa que Banamex sea de Slim por la puerta de atrás; significa que el nuevo presidente del Consejo llega con capital y una escuela de banca privada que entiende el poder, la regulación y el poder financiero
precisa Maldonado en tu texto.

Los cambios en Banamex
Maldonado afirma que el primer efecto interno de la llegada de Chico Pardo a Banamex será la reconfiguración del gobierno corporativo. Cabe recordar que en la presidencia del Consejo del Banco Nacional de México está y seguirá Ignacio Deschamps acompañado por consejeros independientes y relacionados, entre ellos Ernesto Torres Cantú, Manuel Romo y otros perfiles corporativos y financieros.
Con Chico Pardo presidiendo el Consejo de Administración del Grupo, el mensaje a inversionistas tanto locales y extranjeros es que Banamex busca blindar institucionalidad y continuidad, al tiempo que se “mexicaniza” gradualmente sin romper el hilo conductor de Citi hacia una colocación pública
explica Maldonado.
Lo que sucedió con el “Rey del Cobre”
Previo a que se concretara la venta de la participación de Banamex, se reportó en octubre que Grupo México, de Germán Larrea, presentó una oferta más alta que la de Chico Pardo para adquirir al banco, pero Citi la rechazó.
La versión pública de esta decisión fue por una evaluación y decisión de los inversionistas; la versión política, según Maldonado, de veto.
El antecedente es 2023, cuando hubo un desencuentro con el gobierno de (Andrés Manuel) López Obrador (y Grupo México) por el conflicto de la concesión ferroviaria en el Istmo de Tehuantepec
señala el periodista.
De acuerdo con Maldonado, en el mercado se interpreta que el bloqueo real hacia Larrea no estuvo en Nueva York sino en Palacio Nacional, en la Presidencia y en la Secretaría de Hacienda.
Esa lectura explica por qué Banamex habría argumentado internamente que la oferta del llamado ‘Rey del Cobre’ no estaba previamente conversada con el grupo de inversionistas que hoy acompaña el plan y por qué la ruta Chico Pardo y la Oferta Pública de Acciones terminó imponiéndose como la opción políticamente viable y financieramente administrable
concluye el columnista.

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