Carlos Slim se movió diferente en el tablero empresarial este 2025: Pemex, trenes, energía e influencia política
Carlos Slim inició 2025 con el pie izquierdo, sin embargo, al cierre de este año se ha ido tras una serie de inversiones, contratos y un poder empresarial que refleja una cercanía con el gobierno de Claudia Sheinbaum.
Tras un 2024 que lo dejó como el millonario con mayor pérdida de fortuna en el continente americano, el empresario más rico de México continuó enfrentando retos con un arranque de año marcado por la volatilidad de sus negocios y la incertidumbre global.
Esta dirección tomó un rumbo diferente conforme avanzaron los meses, el magnate logró posicionarse entre los multimillonarios de México y hoy se perfila como un actor clave de la inversión en México.
Primeros pasos del año con descalabro
En febrero, Carlos Slim marcó la agenda internacional, al apostar públicamente contra Elon Musk, al dudar que SpaceX logre enviar humanos a Marte en 2028, y al criticar a los ganadores de 2023 del Premio Nobel de Economía.
En el mes de abril concentró buena parte de claroscuros. Por un lado, la presidenta Sheinbaum confirmó la participación de Carlos Slim en proyectos estratégicos de Petróleos Mexicanos (Pemex), reforzando la narrativa de colaboración entre el Estado y el sector privado.
Pero Grupo Carso, donde concentra negocios como Sanborns, Grupo Condumex, Carso Energy, CICSA, reportó una caída de 45.9% en sus utilidades durante el primer trimestre del año, reflejo de un entorno económico con incertidumbre.

Un camino para Carlos Slim menos bacheado
Sin embargo, una de sus marcas destacadas como lo es Inbursa, permitió ampliar el panorama con una mejor perspectiva, cerrró una alianza estratégica con Stellantis, al vender hasta 49.9% de STM Financial.
Durante el mismo mes de abril, la reaparición de Donald Trump en el escenario político estadounidense detonó una nueva ‘guerra’ arancelaria, provocando un “jueves negro” en los mercados internacionales.
Mientras las bolsas se desplomaron, Slim logró sortear la turbulencia y se convirtió, paradójicamente, en el multimillonario que más dinero ganó en el mundo durante esa jornada, reforzando su fama de buen inversionista ante las crisis.
Un año con estrategía
A lo largo de 2025, el magnate dejó clara la visión estratégica para sus empresas. La energía se consolidó como uno de los ejes centrales de crecimiento: con Carso Energy logró competir en rentabilidad con Sanborns, empresa que durante años fue la joya de la corona del grupo.
Además, los negocios de Petróleo y gas se colocaron con un punto de referencia en las inversiones, quienes se encaminaron a una nueva etapa del imperio de Slim gracias a los nuevos contratos.
Sin abandonar las telecomunicaciones, en julio dio otro golpe estratégico al quedarse con el control total de ClaroVTR en Chile, con lo que reforzó su presencia en redes móviles en América Latina.

Slim un puente empresarial con Gobierno
La cercanía con el poder político quedó clara en este año, con la creación del Consejo para Detonar la Inversión en México, organismo que sustituyó al que encabezaba Altragracia Gómez y reúne a empresarios para enfrentar el estancamiento económico en el país.
El nuevo consejo empresarial, el cual fue dado a conocer por el director general de EL CEO, Mario Maldonado, estará integrado por 18 líderes empresariales, siendo Carlos Slim uno de los actores principales para detonar la inversión privada en el país.
Esta cercanía ha impulsado otros proyectos del magnate, en noviembre obtuvo la licitación para construir los tramos 13 y 14 del Tren de Pasajeros Saltillo – Nuevo Laredo, por más de 27,451 millones de pesos, convirtiéndose en el contrato más grande adjudicado durante el gobierno de Sheinbaum.
Entre apuestas mediáticas, contratos públicos de gran relevancia y una reconfiguración profunda de su conglomerado, el 2025 perfila a Carlos Slim como un actor que busca redefinir su influencia en el nuevo ciclo económico de México.
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