El gobierno de Nicolás Maduro suspendió este viernes las clases y labores en Venezuela dado que gran parte de la nación -miembro de la OPEP- amaneció sin energía eléctrica por un problema en la principal generadora, su peor apagón en décadas.

El corte comenzó el jueves por la tarde y afectó el servicio telefónico y el metro. Testigos de Reuters sólo pudieron corroborar que había luz en Puerto Ordaz, una ciudad industrial en uno de los estados fronterizos con Brasil.

El apagón es el más prolongado que se registra en Venezuela. En 2013 una falla afectó a Caracas y 17 de los 23 estados del país, aunque este duró solo seis horas, mientras que en 2018 se registró uno de 10 horas en ocho estados.

Hasta el momento el país lleva 20 horas a oscuras, aunque una televisora oficial venezolana informó que el servicio eléctrico ya se restableció en algunas zonas de la capital, Caracas.

Un mundo nos vigila

La vicepresidente de la República, Delcy Rodríguez, atribuyó la demora en restablecer el servicio eléctrico a un “ataque tecnológico” y acusó a la oposición de liderar lo que definen como un “sabotaje”, sin dar más detalles.

El ingeniero eléctrico venezolano y expresidente de una oficina estatal responsable de la operación del sistema eléctrico Miguel Lara dijo que “la inexplicable prolongación del tiempo de restablecimiento del servicio, evidencia el estado avanzado de deterioro de la infraestructura eléctrica”.

Según Lara, apenas 15% del parque térmico instalado está funcionando y el país depende de la generación proveniente de las plantas hidroeléctricas.

La tardanza “evidencia que el equipamiento y la supervisión de la operación y control de la red de transporte que permite llevar energía desde estas centrales hidroeléctricas hasta el resto del país está averiado y sin repuestos”, aseguró el especialista y agregó que  lo más grave era la falta de personal.

Las operaciones del aeropuerto internacional, cercano a Caracas, están suspendidas, según medios locales.

El presidente Maduro “ha suspendido las clases y jornadas laborales el día de hoy, en aras de facilitar los trabajos y esfuerzos para la recuperación del servicio eléctrico en el país, víctima de la guerra eléctrica imperial!”, escribió la vicepresidenta Rodríguez en su cuenta de Twitter.

“Vamos a derrotar también este sabotaje eléctrico, vamos a recuperar este importante servicio para la población”, agregó la funcionaria poco después en declaraciones a la televisión estatal. “Muy pronto vamos a tener más información”.

Lo que les faltaba

En medio de la crisis política que atraviesa el país latino, el apagón evidencia la falta de insumos y elementos con que cuenta el país.

“Es fuerte el problema, no es cualquier apagón”, dijo Luis Martínez, un obrero de 53 años, que iba a pie a su trabajo en el este de Caracas ante la falta de servicio de transporte subterráneo.

Muchos como él caminaban por las calles de la capital temprano en la mañana, otros tomaban los pocos autobuses que estaban circulando, en una señal de que pocos se enteraron de que la jornada laboral se había suspendido al no poder ver la televisión o escuchar las noticias.

El hospital público Domingo Luciani, en el este de Caracas, funcionaba con la planta de emergencia, según una empleada de limpieza del nosocomio que tuvo que quedarse a dormir en la casa de una amiga y volvía por la mañana a pie a su casa.

“De verdad que nunca en 17 años (ocurrió esto) en el Luciani. Es la primera vez que me pasa esto de todo el día sin luz y la noche”, comentó Elcida Pérez, de 45 años.

Los cortes de energía eléctrica se han vuelto frecuentes en el país, que enfrenta cinco años de recesión con hiperinflación y deterioro en la calidad de los servicios públicos.