Las vacunas para el coronavirus deberían estar disponibles como un bien público global a fin de garantizar que todos tengan un acceso justo, dijo este viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Muchos líderes han promovido la idea de que cualquier vacuna sea un bien público mundial, pero esto debería continuar promoviéndose. Más líderes deberían subirse al barco, y necesitamos tener un compromiso político y un consenso global antes de tener el producto. Eso es lo que estamos buscando,

dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una conferencia de prensa.

Tedros hizo estas declaraciones después de que se plantearan preocupaciones de que algunos países, entre ellos Estados Unidos, podrían desarrollar y acumular alguna vacuna o medicamento para combatir el COVID-19 y que los países más pobres no tendrían acceso a los tratamientos necesarios.

En tanto, el experto en emergencias de la OMS, Mike Ryan, sostuvo que la situación actual en Brasil, uno de los puntos críticos del virus en el mundo, es motivo de creciente preocupación, especialmente en las ciudades.

El sistema de salud de Brasil “todavía está haciendo frente” a la enfermedad, aunque algunas unidades de cuidados intensivos se encuentran en una etapa crítica y bajo una fuerte presión, con más del 90% de ocupación de camas, dijo Ryan.

Reparto justo

Los países de la Unión Europea (UE) pidieron este viernes un reparto “justo” de las eventuales vacunas para mitigar a la pandemia, en su primera discusión sobre la propuesta de la Comisión Europea de negociar en su nombre con los laboratorios.

En su “estrategia sobre vacunas”, Bruselas, que tiene competencias limitadas en Sanidad, quiere discutir con las farmacéuticas un acceso privilegiado a las vacunas, en un contexto de carrera mundial por estos tratamientos.

Los ministros de salud pidieron “transparencia” en relación con las negociaciones y el uso de fondos, así como “garantizar una distribución justa de las vacunas” entre países, indicó el Consejo de la UE.

Los criterios para una distribución equitativa deben incluir la situación epidemiológica de cada país

dijo en un comunicado el ministro español de Sanidad, Salvador Illa.

España es uno de los países más golpeados por el COVID-19.

La comisaria europea de Sanidad, Stella Kyriakides, quien presentará su estrategia el próximo miércoles, aseguró que hubo “un apoyo político abrumador” durante la reunión celebrada por videoconferencia.

La Comisión Europea busca lograr contratos de compra anticipados con los laboratorios, que intentan lograr una vacuna contra el COVID-19 en un tiempo récord, entre 12 y 18 meses para un proceso que suele tomar años.

Bruselas está dispuesta a utilizar 2,400 millones de euros (unos 2,700 millones de dólares) disponibles en un instrumento de ayuda de emergencia adoptado durante la crisis para avanzar el dinero de estos contratos.

Debemos actuar rápido e invertir en el desarrollo de vacunas con antelación para asegurarnos de que se produzcan a la escala requerida lo antes posible,

destacó la comisaria nacida en Chipre.

Según una fuente europea, algunos países fueron más entusiastas que otros sobre esta estrategia que prevé que la Comisión centralice el proceso, si bien la compra final correría a cargo de cada país.

Este dispositivo permitiría garantizar que no haya una rivalidad entre países en el seno de la UE, respetando a su vez las competencias nacionales de cada uno en materia de sanidad, según fuentes de la Comisión.

La producción de vacunas en el marco de estos contratos debería aprovechar a todo el mundo, agregaron estas fuentes, aclarando que no se tratarían de contratos “exclusivos” cuando se intenta evitar una guerra de vacunas mundial.

Detrás del principio de “bien público mundial”, la ONU, así como la UE, quiere que la futura vacuna sea accesible a todo el mundo. El Estados Unidos de Donald Trump busca no obstante vacunar primero a sus compatriotas.

Con información de AFP y Reuters