USS Gerald R. Ford, ¿cómo es el portaviones que Donald Trump envía al Caribe?
Este viernes, la administración de Donald Trump intensificó la acumulación de fuerza militar en las aguas del Caribe, frente a las costas de Venezuela, con el objeto –señaló la Casa Blanca– de frenar el flujo de drogas hacia Estados Unidos. Entre el arsenal enviado a dicha misión, se encuentra el portaviones USS Gerald R. Ford.
El despliegue que se suma a los ocho buques de guerra, un submarino nuclear y aviones F-35 ya en la región, marca una escalada significativa en medio de las crecientes tensiones con el régimen de Nicolás Maduro.
La mayor presencia de la fuerza estadounidense en el USSOUTHCOM AOR reforzará la capacidad de Estados Unidos para detectar, monitorear e interrumpir a los actores y actividades ilícitos que comprometen la seguridad y la prosperidad nacional y nuestra seguridad en el hemisferio occidental,
publicó el portavoz del Pentágono, Sean Parnell, en la red social X.
Aunque también implica un desafío a la seguridad de los demás países de la región a los que Washington acusa de favorecer el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
¿Qué amenaza representa el envío de este arsenal a las aguas del Caribe?
Venezuela, Donald Trump y el Gerald R. Ford
La Marina de Estados Unidos califica al Ford como “la plataforma de combate más capaz, adaptable y letal del mundo”. Según CNN, con un desplazamiento de más de 100.000 toneladas y una eslora de 1.100 pies (334 metros), el Ford es el buque de guerra más grande que Estados Unidos haya lanzado jamás al mar.
Puesto en servicio en 2017, es el primero de su clase, el sucesor de los 10 portaviones de la clase Nimitz de la Armada, el más antiguo de los cuales será retirado el año próximo.
Lleva una tripulación de casi 4.600 personas, incluyendo su ala aérea. Esto representa aproximadamente un 20% menos de personal que la clase Nimitz, lo cual, según la Armada, es posible gracias a los sistemas más eficientes del Ford.
Estas eficiencias son las que hacen del Ford el portaviones más avanzado del mundo y son resultado de sus dos reactores nucleares, cuyas especificaciones exactas están clasificadas pero que generan tres veces la potencia eléctrica de los de los buques de la clase Nimitz, según la Armada.
Esa potencia adicional permite al Ford operar el sistema electromagnético de lanzamiento de aeronaves (EMALS). El uso de imanes en lugar de vapor para impulsar las catapultas del barco le otorga al Ford la capacidad de lanzar aeronaves con mayor velocidad, con armas más pesadas y más combustible, lo que aumenta el alcance y la letalidad de sus aviones de combate.
Ante la escala de tensiones en la región que comenzó con el hundimiento de lanchas supuestamente cargadas de droga, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha anunciado su propio despliegue de fuerzas militares y milicias desde agosto hasta ahora.
El miércoles pasado dijo que su gobierno cuenta con 5,000 misiles de fabricación rusa Igla-S para su defensa, en caso de que la armada estadounidense eleve las tensiones militares.
¿Una amenaza también para México?
A la par que Donald Trump intensifica sus esfuerzos militares en contra los cárteles de la droga, ha lanzado la posibilidad de que las operaciones contra el narcotráfico se extiendan incluso en territorio de países considerados aliados.
El jueves pasado, Trump declaró que “México está siendo liderado por cárteles”, aunque reconoció a la Claudia Sheinbaum como una presidenta “valiente” a la que refirió, “respeta mucho”. “México tiene una tremenda presidenta, pero los cárteles mandan, y eso es un problema que afecta a ambos países”, afirmó.
Así mismo, señaló que para el despliegue de fuerzas militares en el combate a los cárteles, su gobierno no solicitará una “declaración de guerra” al Congreso de Estados Unidos. “Creo que simplemente vamos a matar a la gente que está introduciendo drogas en nuestro país. ¿Vale? Vamos a matarlos”, reiteró.
Un día antes, Trump confirmó que Estados Unidos realizará bombardeos contra cárteles en territorio extranjero, en lo que calificó como una medida de “seguridad nacional” que busca persuadir las operaciones del narcotráfico tanto en agua y tierra.
“Los conocemos, las personas que vienen, los barcos, todo lo demás. No está permitido hacerlo, están en aguas internacionales. Si no lo hacemos [atacarlos], perderemos cientos de miles de personas. Ahora, [los traficantes] vendrán por tierra un poco más porque no vendrán en barco de todos modos”, dijo.
En 2026, Washington y la Ciudad de México iniciarán conversaciones para revisar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), en un proceso cargado por la política proteccionista de Trump y las tensiones militares en el Caribe.
Con información de Reuters y CNN
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