La Unión Europea instó este miércoles a los países miembros a tomar medidas enérgicas contra los esquemas que otorgan “visas y pasaportes de oro” a los inversionistas extranjeros, ya que esto puede traer consigo corrupción y lavado de dinero.

La Comisión Europea publicó un informe en el que se recomienda a los miembros frenar esta práctica que se aplica a menudo a chinos, rusos y estadounidenses, así como el hecho de dar la residencia o ciudadanía a cambio de inversión.

“Hablamos de abrir un puente dorado a Europa para algunas personas privilegiadas que tienen dinero para pagar la ciudadanía o la residencia”, comentó la comisionada de justicia de la UE, Vera Jourova, en la publicación del informe.

“Lo evaluamos con preocupación”, agregó Jourova en una conferencia de prensa en Bruselas.

La comisionada explicó que la residencia de inversionistas y los planes de ciudadanos conocidos como “visas de oro y pasaportes de oro”, no deberían ser un eslabón débil en los esfuerzos de la UE para frenar la corrupción y el lavado de dinero.

De acuerdo con el informe, los candidatos a residencia o ciudadanía que son adinerados enfrentan una seguridad y verificación de antecedentes ‘insuficientes’ para evitar riesgos como el lavado de dinero o la evasión de impuestos.

Los países de la UE establecen las condiciones para otorgar y retirar la nacionalidad, pero deben hacerlo con respeto la legislación de la UE, según lo establecido por el Tribunal Europeo de Justicia, explicaron los funcionarios.

Las leyes del bloque son importantes ya que un ciudadano de un país de la UE tiene el derecho de viajar a otros, ejercer actividades económicas dentro del mercado interno de 28 naciones y votar en elecciones locales y europeas.

La Comisión se quejó de que Bulgaria, Chipre y Malta administran planes que otorgan la ciudadanía a los inversionistas extranjeros sin exigirles que vivan en esos países de la UE o que muestren “conexiones genuinas” con ellos.

Los esquemas de ciudadanía de inversionistas, conocidos como “pasaportes de oro”, ofrecen requisitos menos estrictos que los de los extranjeros que buscan convertirse en ciudadanos naturalizados.

Un permiso de residencia en la UE otorga a un nacional de una tercera nación el derecho a vivir en el país miembro y a viajar libremente en el espacio Schengen sin pasaporte de Europa.

Gran Bretaña, Bulgaria, República Checa, Estonia, Irlanda, Grecia, España, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumania y Eslovaquia son parte de esta área política.

La Comisión argumentó que había una falta de “transparencia y supervisión” de los esquemas de residencia, incluidas muy pocas estadísticas sobre cuántas personas obtienen un permiso de esta manera.

La Comisión advirtió que “tomará las medidas necesarias” si los países miembros no cumplen con la legislación de la UE y las normas sobre controles de fronteras, lavado de dinero y evasión de impuestos.

Para ello, se establecerá durante 2019 un grupo de expertos de los países miembros para mejorar la transparencia, la gobernanza y la seguridad de los esquemas de inversión.