El gobierno de Donald Trump anunció el martes que puso nuevamente a Cuba en la lista de estados patrocinadores del terrorismo, una medida que puede complicar cualquier esfuerzo del gobierno entrante de Joe Biden para restablecer la distensión con La Habana.
Justo nueve días antes de que el presidente republicano Donald Trump deje el cargo, el secretario de Estado Mike Pompeo dijo que Cuba regresó a la lista negra por “apoyar repetidamente los actos de terrorismo internacional” al albergar a fugitivos estadounidenses así como a líderes rebeldes colombianos.
Pompeo también mencionó el apoyo de Cuba, gobernada por el Partido Comunista, al presidente venezolano Nicolás Maduro, lo que había permitido al líder socialista crear “un ambiente permisivo para que los terroristas internacionales vivan y prosperen dentro de Venezuela”.
“Con esta medida, una vez más haremos responsable al gobierno de Cuba y enviaremos un claro mensaje: el régimen de Castro debe poner fin a su apoyo al terrorismo internacional y a la subversión de la justicia estadounidense”, dijo Pompeo en un comunicado.
Poner de nuevo a Cuba en la lista es un nuevo retroceso de la distensión que el expresidente Barack Obama propició entre los viejos enemigos de la Guerra Fría. La decisión de Obama de retirar formalmente a Cuba de la lista de terroristas en 2015 fue un paso importante para restaurar los lazos diplomáticos.
La decisión de la lista de terrorismo sigue a meses de revisión legal y algunos expertos del gobierno cuestionaron si estaba justificada, dijo una fuente a condición de mantenerse en el anonimato.
Se necesitarían largas deliberaciones legales para que el presidente electo Joe Biden pueda revocar la designación.
El republicano Trump ha tomado medidas drásticas contra Cuba desde su llegada al poder en 2017, endureciendo las restricciones a los viajes y a las remesas desde Estados Unidos e imponiendo sanciones a los envíos de petróleo venezolano a la isla.
La política de línea dura hacia Cuba de Trump fue popular entre la gran población cubano-americana del sur de la Florida, ayudándole a ganar el estado en noviembre, aunque perdió las elecciones contra el demócrata Biden, que fue el vicepresidente de Obama.
Biden dijo durante la campaña electoral que revertiría rápidamente las políticas de Trump sobre Cuba que “han infligido daño al pueblo cubano y no han hecho nada para promover la democracia y los derechos humanos”. Cuba ha negado durante mucho tiempo cualquier vínculo con el terrorismo.