El Buró Federal de Investigaciones (FBI, por su sigla en inglés) tiene información de que hay grupos armados que pretenden realizar protestas la próxima semana y durante la toma de posesión de Joe Biden como nuevo presidente de Estados Unidos. 

Según un informe interno al que tuvo acceso la cadena ABC News, los grupos pretenden llegar el 16 de enero a Washington DC y hacer protestas en los 50 capitolios si el Congreso destituye al presidente Donald Trump de su cargo. 

Estas alertas se dan en medio de la posibilidad de que el vicepresidente Mike Pence o el gabinete invoquen la enmienda 25 y dejen fuera del cargo a Trump, con lo que Pence asumiría el cargo hasta el día de la toma de posesión de Biden. 

El Pentágono también está al tanto de posibles amenazas por parte de “potenciales terroristas” en los próximos días, incluido el 20 de enero, dijo el secretario del Ejército, Ryan McCarthy, al congresista Jason Crow en una conversación telefónica.

El congresista le expresó a McCarthy su “profunda preocupación” por las informaciones que aseguran que “miembros del Ejército en activo y en la reserva estuvieron implicados en la insurrección”.

Se podrían desplegar hasta 15,000 miembros de la Guardia Nacional alrededor de la toma de posesión del presidente electo Joe Biden, dijo Daniel Hokanson, jefe de la Oficina de la Guardia Nacional.

Los demócratas en el Congreso comenzaron elevaron la presión para que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dejé su cargo, presentando un cargo de destitución que lo acusa de incitar a la insurrección en relación con el violento ataque al Capitolio de la semana pasada.

La Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, podría votar sobre la impugnación el miércoles, dijo a periodistas el líder de la mayoría de la Cámara, Steny Hoyer. La aprobación haría que Trump, un republicano, fuera el único presidente de Estados Unidos que ha sido impugnado dos veces.

Funcionarios federales abrieron al menos 25 investigaciones de terrorismo nacional sobre el asalto del pasado 6 de enero al Capitolio de Estados Unidos, según reveló a los legisladores un alto oficial militar.