El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que no descarta la posibilidad de reunirse con Nicolás Maduro, a quien su gobierno ha intentado derrocar mediante sanciones económicas, al tiempo que minimizó su decisión de reconocer al opositor Juan Guaidó como líder legítimo del país sudamericano.

“Tal vez lo pensaría… a Maduro le gustaría reunirse. Yo nunca estoy opuesto a reuniones, sabes, rara vez me opongo a reuniones. Siempre digo que pierdes muy poco con una reunión, pero hasta este momento las he rechazado”, dijo el presidente de Estados Unidos en una entrevista con Jonathan Swan, de Axios, publicada el domingo.

Aunque este lunes moderó sus comentarios y sostuvo que sólo se vería con el presidente de Venezuela para discutir su salida del poder.

“¡Mi administración siempre ha estado del lado de la LIBERTAD (…) y contra el régimen opresivo de Maduro! Sólo me reuniría con Maduro para discutir una cosa: ¡una salida pacífica del poder!”, escribió Trump en Twitter.

Los comentarios de Trump en la entrevista realizada el viernes señalan una medida que podría anular sus planes de “máxima presión” destinada a forzar la salida del poder del líder socialista.

El cambio de postura podría deberse a la ineficiencia de Guaidó para tomar el control del país sudamericano a pesar del apoyo de Estados Unidos y otras economías importantes.

Cuando se le preguntó si lamentaba haber respaldado a Guaidó, Axios citó a Trump diciendo inicialmente: “No particularmente”, pero luego agregó: “Podría haber vivido con él o sin él, pero estaba firmemente en contra de lo que está pasando en Venezuela”.

Trump sostuvo que en el momento en que tomó la decisión, “creo que no estaba necesariamente a favor, pero dije: a algunas personas les gustó, a otras no. Estuve de acuerdo con eso (…) “No creo que haya sido muy significativo de una forma u otra”.

La mayor parte del apoyo mostrado hacia Guaidó por parte de la administración ha sido impulsado por miembros del gabinete como el vicepresidente Mike Pence y el secretario de Estado Mike Pompeo, pero un giro de timón del presidente representaría un cambio importante en la política exterior estadounidense.

En marzo de este año, el Departamento de Justicia de Estados Unidos emitió cargos en contra de Nicolás Maduro por “narcoterrorismo”, y se refirió a él como “el expresidente venezolano” en el comunicado de prensa.

De acuerdo con oficiales de la Casa Blanca que hablaron con Axios, en 2017 la oficina venezolana solicitó reuniones con Donald Trump y éste se mostró abierto a ellas, por lo que una visita de estado se convirtió en una preocupación real para el staff del Ejecutivo.

El libro “El cuarto en el que ocurrió”, del exconsejero de seguridad John Bolton, revela que Trump nunca tuvo a Guaidó en alta estima y que lo consideraba “débil”, mientras que percibía a Maduro como un hombre fuerte.

Trump también culpó a Bolton por el fracaso en derrocar a Maduro. El exconsejero señaló que gran parte del fracaso se debió a la inhabilidad del gobierno para generar una presión “consistente e implacable” contra el gobierno de Nicolás Maduro.

En la entrevista con Axios, Trump describió a Bolton como “un loco” que podría ser “el ser humano más tonto de la tierra” por apoyar de forma constante la guerra en Irak.