El gobierno de Estados Unidos extendió por otros 90 días la licencia temporal que permite a las empresas de ese país hacer negocios con Huawei, argumentando que así será posible que se sigan prestando servicios a áreas rurales.

En mayo, la administración de Donald Trump colocó a la firma china en una lista negra de tecnología, acusándola de trabajar con el gobierno de Pekín, así como de violar  sanciones estadounidenses a Irán.

Sin embargo, otorgó exenciones a las empresas estadounidenses para que siguieran operando con Huawei por un periodo inicial de 90 días, el cual renovó en agosto. La nueva prórroga vence el 16 de febrero de 2020.

La extensión de la Licencia General Temporal permitirá a los proveedores continuar atendiendo a los clientes en algunas de las áreas más remotas de Estados Unidos que de otro modo quedarían sin servicio,

dijo el secretario de Comercio, Wilbur Ross, al anunciar la medida.

“El Departamento continuará monitoreando rigurosamente las exportaciones de tecnología sensible para asegurar que nuestras innovaciones no sean aprovechadas por aquellos que amenacen nuestra seguridad nacional”, se indicó en un comunicado.

En otro comunicado, Huawei dijo que la decisión de Washington de incluirla en la lista negra ha perjudicado a Estados Unidos más que a Huawei, y pidió a la administración Trump revertir la medida.

Esto ha hecho un daño económico significativo a las compañías estadounidenses con las que Huawei hace negocios y ya ha alterado la colaboración y socavado la confianza mutua de la que depende la cadena de suministro global,

precisó Huawei.

“Hacemos un llamado al gobierno de Estados Unidos para que ponga fin a este trato injusto y elimine a Huawei de la lista de entidades”, añadió la empresa.

Los funcionarios estadounidenses afirman que Huawei es una herramienta del espionaje electrónico de Pekín, lo que vuelve a sus equipos un riesgo para la seguridad nacional de Estados Unidos, algo que la compañía niega.

La directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, quien también es hija del fundador y CEO de la compañía, fue arrestada en Canadá el año pasado y ahora lucha para no ser extraditada a Estados Unidos por cargos de fraude y conspiración vinculados a sanciones estadounidenses.

El conflicto con Huawei también está en medio de la batalla comercial de Trump con Pekín.

Inicialmente, los funcionarios estadounidenses dijeron que los dos temas no estaban relacionados, pero Trump sugirió que una resolución del enfrentamiento comercial con China podría incluir aspectos vinculados a Huawei.

Después del casi colapso de las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China en mayo, Washington agregó a Huawei a una lista de compañías imposibilitadas de comprar tecnología estadounidense sin la aprobación previa del gobierno de Estados Unidos.

Pero dado que las compañías han dicho que necesitan tiempo para comenzar a cumplir con el cambio, Trump ha otorgado licencias temporales, que los funcionarios dicen que solo permiten transacciones “específicas y limitadas”.

De los 70,000 millones de dólares que Huawei gastó en la compra de componentes en 2018, unos 11,000 millones se destinaron a compañías estadounidenses como Qualcomm, Intel y Micron Technology.