El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, planea dedicar su semana al tema migratorio, en un nuevo intento por presionar al Congreso en las negociaciones sobre el muro fronterizo, que han forzado al cierre parcial del gobierno estadounidense.
El martes por la noche emitirá un mensaje para hablar a la población estadounidense sobre migración y el jueves acudirá a la frontera con México.
“Me complace informarles que dirigiré un mensaje a la Nación sobre la crisis humanitaria y de seguridad en la frontera sur este martes a las 9:00 P.M. Tiempo del Este”.
I am pleased to inform you that I will Address the Nation on the Humanitarian and National Security crisis on our Southern Border. Tuesday night at 9:00 P.M. Eastern.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 7 de enero de 2019
“El presidente Donald Trump viajará al muro fronterizo el martes para reunirse con aquellos que están en la línea del frente de la seguridad nacional y la crisis humanitaria. Más detalles serán anunciados pronto”, tuiteó la secretaria de prensa Sarah Sanders.
President @realDonaldTrump will travel to the Southern border on Thursday to meet with those on the frontlines of the national security and humanitarian crisis. More details will be announced soon.
— Sarah Sanders (@PressSec) 7 de enero de 2019
A casi 20 días del cierre parcial de gobierno, Trump subrayó que no renunciará a una petición: el desbloqueo de más de 5,000 millones de dólares para edificar el muro que prometió en campaña para luchar contra la inmigración clandestina.
Un muro de acero
El mandatario al hablar con periodistas el domingo con periodistas en la Casa Blanca, reiteró su amenaza de que si no está satisfecho con las negociaciones en unos pocos días, podría declarar emergencia nacional y utilizar al Ejército para la construcción del muro, eludiendo al Congreso.
También afirmó que estaba dispuesto a aceptar una barrera de acero en lugar de un muro de concreto.
Los demócratas han dicho que podrían aceptar un acuerdo que impida un muro de concreto, pero que entregue fondos para una barrera de acero. Pero también exigirían otras concesiones, como protección para inmigrantes llevados a Estados Unidos cuando eran niños, conocidos como “dreamers”, o cambios en otras disposiciones de gastos.
Cerca de 800,000 funcionarios federales se han visto afectados por el cierre parcial del gobierno.
Con información de Reuters y AFP