La visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán trajo diversas consecuencias, entre ellas sanciones por parte de China para el país independentista y posibles afectaciones para firmas estadounidenses como Boeing.

Aunque durante su visita a Taipéi la funcionaria norteamericana llenó de elogios la democracia del país y prometió que EU no los dejaría solos ante los embates de China, en Beijing ya comenzaron con el bloqueo comercial.

Entre las acciones tomadas por el país gobernado por Xi Jinping se encuentran la suspensión de las exportaciones de arena natural a Taiwán y las importaciones de frutas y productos pesqueros.

Previo al arribo de Pelosi a suelo asiático, China ya había suspendido las importaciones de 35 exportadores taiwaneses de galletas y pasteles.

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Un duro golpe para Taiwán

Las acciones implementadas por las autoridades chinas representan un fuerte golpe para la economía de Taiwán, ya que, tan sólo de enero a junio del presente año, las importaciones de China desde Taiwán alcanzaron los 122,500 millones de dólares, es decir, hubo un crecimiento de 7.3% respecto al año pasado.

El bloqueo a los alimentos y productos agrícolas provenientes de Taiwán también suma un problema importante. Durante la primera mitad del año el envío de estos productos a China representó 59 millones de dólares para la isla.

Las autoridades chinas anunciaron sanciones para todas aquellas organizaciones, empresas o individuos que muestren su apoyo a Taiwán. Hasta el momento la Fundación para la Democracia de Taiwán y el Fondo de Cooperación y Desarrollo Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán tienen prohibido cooperar con cualquier otra organización del país.

Por su parte, los ejecutivos de las cuatro empresas taiwanesas (el productor solar Speedtech Energy., Hyweb Technology., el productor de equipos médicos Skyla y la empresa de gestión de flotas de vehículos de cadena de frío SkyEyes) tendrán prohibido ingresar a China continental.

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Un panorama turbulento para Boeing

Pero la visita de Pelosi no sólo tendría consecuencias para Taiwán, el incremento de las tensiones entre Washington y Pekín podría ser perjudicial para las empresas de ambos países, ejemplo de ello es la norteamericana Boeing

Aunque los expertos coinciden en que aún es demasiado pronto para saber cuál será el papel de la multinacional en este enredo diplomático, es claro que de haber represalias por parte de China el panorama no sería muy alentador. 

La historia marca que la cuarta parte de las aeronaves producidas por Boeing tienen su mercado en territorio chino, por lo que un bloqueo comercial mermaría fuertemente sus ingresos.

Previo al arribo de Pelosi a Taiwán, Boeing ya vivía una situación complicada con China. La semana pasada, el director ejecutivo de la empresa, David Calhoun informó que aún no había podido realizar las entregas de 737 MAX a China debido a la pandemia de COVID-19.

La esperanza para Boeing se encontraría en la aerolínea más grande de Taiwán, la cual podría ser de gran ayuda en la compra de aviones, sin embargo, existiría el riesgo de molestar aún más a China.    

Con información de Reuters