Pese a las protestas de México, la casa Christie’s celebró este martes en París una subasta de piezas prehispánicas que recaudó poco más de 4.2 millones de dólares.

El objeto estrella, una estatua de la diosa Cihuateotl, fue adjudicada por 500,000 euros (600,000 dólares).

La venta “Quetzalcóatl, serpiente emplumada”, un conjunto de 40 piezas procedentes de manos privadas europeas, recaudó un total de 2.53 millones de euros (3 millones de dólares), lo que supone “la mayor suma para una subasta de arte precolombino de Christie’s en París”, según la casa.

También se subastó una máscara atribuida a la cultura teotihuacana que data de 450-650 d. C. por 437,500 euros (526,800 dólares). Formó parte de la colección personal de Pierre Matisse -hijo del famoso pintor Henri Matisse-, que la compró en 1938 y la conservó durante más de 50 años, según el catálogo. El precio de la máscara estaba estimado entre 420,000 y 640,000 dólares. 

La figura de Cihuateotl, de 87 cm y con fecha de 600-1000 d. C, se vendió por debajo del precio estimado (entre 710,000 y 1.1 millones de dólares). La diosa está representada sentada, con restos de pigmento blanco y rojo intenso. 

México había pedido detener la venta de las piezas, asegurando que entre ellas se encuentran tres objetos “falsos”, incluida la máscara de la cultura teotihuacana. 

Las otras dos piezas supuestamente falsas son una máscara y una rana tallada, correspondientes a dos artesanías de Xochilapa, en Guerrero, que fueron adjudicadas respectivamente por 60,000 y 40,000 euros (72,000 y 48,000 dólares).

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) indicó el 3 de febrero haber presentado una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) para emprender acciones legales contra la comercialización de estos objetos, a la vez que solicitó a la cancillería acciones diplomáticas para recuperarlas.

Christie’s aseguró que los objetos fueron “vendidos de forma legítima en el marco de un procedimiento de venta pública transparente y conforme a la ley”, agregando que en “ningún caso” propondría una obra de arte “si existiesen dudas en cuanto a su autenticidad y procedencia”. 

Al denunciar la venta, el director del INAH, Diego Prieto, declaró que los bienes arqueológicos de México “son propiedad de la nación, inalienable, imprescriptible e inembargable, y por lo tanto, se encuentran fuera de cualquier acto de comercio”.

Con información de AFP