El número de ciudadanos solicitando beneficios por desempleo por primera vez en Estados Unidos creció de forma inesperada la semana pasada, a pesar de que el mercado laboral está recuperando fuerza tras la aceleración a las vacunas y la apertura de más negocios.

Las solicitudes iniciales de beneficios de desempleo estatales totalizaron 770,000 para la semana terminada el 13 de marzo, mientras que la semana anterior habían sido 725,000, de acuerdo con el Departamento del Trabajo. Economistas consultados por Reuters pronosticaban 700,000 aplicaciones para esta semana.

Estados Unidos había administrado 113 millones de dosis de vacunas contra COVID-19 hasta la mañana del miércoles y había distribuido 147 millones de dosis, de acuerdo con el Centro de Control y Prevención de Enfermedades. El rápido ritmo de vacunas debería permitir una reintegración económica más amplia, incluso si el índice de nuevos contagios ha dejado de caer.

Los economistas estarán monitoreando de cerca las solicitudes en Texas y Mississippi, luego de que sus gobiernos levantaron por completo sus medidas de mitigación contra el COVID-19 a principios de este mes.

La recuperación del mercado laboral también está siendo apuntalada por una política fiscal y monetaria acomodaticia, incluyendo el plan de rescate de 1.9 billones de dólares de Joe Biden, que está enviando apoyo a negocios y hogares.

Las solicitudes de desempleo han bajado desde el récord de 6.867 millones en marzo de 2020, pero aún están por encima de las 665,000 registradas en el punto más alto de la gran recesión de 2007-2009, y podrían mantenerse elevadas por la expansión de beneficios de desempleo. El rango de solicitudes en un mercado laboral saludable se encuentra entre 200,000 y 250,000.

“La mejora a los beneficios de desempleo podría ser disuasoria para algunos trabajadores que ganarían más con el apoyo gubernamental que con un sueldo”, dijo Rubeela Farooqi, jefa de economía en High Frequency Economics. “Sin embargo, esperamos que un mejor panorama de salud traerá de vuelta a un número sustancial de trabajadores.

La economía añadió 379,000 empleos en febrero. El índice se mantiene 9.5 millones de empleos por debajo de su punto más alto antes de que la pandemia golpeara Estados Unidos en marzo de 2020.