Con una baja aceptación de la primera ministra, Theresa may, y a semanas del divorcio con la Unión Europea, la política británica no atraviesa su mejor momento.
En inglaterra se vive una profunda división del partido laborista, que inició desde la elección de su líder, Jeremy Corbyn, y que hoy suma la renuncia de siete diputados que se han mostrado en desacuerdo con la insistencia del dirigente partidista por un segundo referéndum sobre el Brexit.
Luciana Berger, Chuka Umunna, Chris Leslie, Angela Smith, Mike Gapes, Gavin Shuker y Ann Coffey, fueron quienes renunciaron, todos ellos moderados, que se enfrentaban a Corbyn desde 2015 y que denuncian también la indulgencia del líder laborista ante voces antisemitas.
Si bien hasta el momento se trata solo de siete nombres, el malestar dentro del partido ante la figura que Corbyn representa podría provocar la salida de varios más.
Una de las molestias que más aqueja a los representantes, es la incapacidad de Corbyn de definir una estrategia común dentro de su partido que represente una verdadera oposición contra May.
“Representamos diferentes contextos, pertenecemos a generaciones diferentes y procedemos de puntos diversos del país, pero todos compartimos los mismos valores”, señaló este lunes Berger en su promoción de un laborismo diferente.
Berger se ha destacado por su denuncia a Corbyn por denigrar a la comunidad judía y su condescendencia hacia un candidato local que niega la existencia del Holocausto.
Corbyn tiene hasta el próximo 27 de febrero para demostrar sus habilidades políticas de mantener al partido laborista unido y de recuperar su credibilidad; día en que la Cámara de los Comunes someterá a votación una iniciativa para conseguir una prórroga del Brexit y prohibir que Reino Unido abandone la Unión Europea sin un acuerdo previo, enmienda que fue echada para atrás en semanas anteriores.