Ruth Bader Ginsburg, la segunda mujer en pertenecer a la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos, falleció este viernes a los 87 años a causa de complicaciones de cáncer pancreático metastático.
“Nuestra nación ha perdido a una jurista de estatura histórica”, dijo en un comunicado el presidente de la Suprema Corte, John G. Roberts, al anunciar el fallecimiento. “Nosotros en la Suprema Corte hemos perdido a una querida colega. Hoy, nos lamentamos, pero con la confianza de que las futuras generaciones recordarán a Ruth Bader Ginsburg como la conocimos: una incansable y decidida campeona de la justicia”
Fue nominada a la Suprema Corte por Bill Clinton en 1993 y se convirtió en un ícono por su independencia de criterio y su apoyo a causas como las de las mujeres, las minorías o el medio ambiente. Era consideraba como la lider del ala progresista en la corte, conformada por cuatro juristas.
Junto con el moderado y conservador presidente del Tribunal Supremo, Johns Roberts, que a menudo actúa como voto decisivo, los cuatro liberales han evitado la revocación de los derechos de aborto, contuvieron mayores poderes ejecutivos para el presidente y evitaron una mayor participación de la religión en la vida pública.
Oportunidad para conservadores
Su fallecimiento le da a Donald Trump la oportunidad de nominar a su sucesor y los senadores republicanos han prometido que tratarán de dejar ocupado el lugar antes de que termine el primer mandato del presidente, reportó el New York Times.
El presidente de Estados Unidos ya ha dejado su huella en la Suprema Corte, al nombrar a dos miembros, Neil M. Gorsuch y Brett M. Kavanaugh, que han llevado hacia la derecha al tribunal, pero podría convertirla en una institución profundamente conservadora en la que los designados por los republicanos superarán seis a tres a los nominados por demócratas, advirtió el diario.
Tras ser confirmados por el Senado, los jueces de la Corte Suprema se mantienen en sus cargos hasta que mueren o se retiran voluntariamente y Ginsburg se había aferrado a su posición a pesar de su edad y de sus problemas de salud, consciente de que su renuncia podría cambiar el panorama legal del país.
Pero incluso si Donald Trump es derrotado por Joe Biden, nada evitaría legalmente que llene la silla que deja vacante Ruth Bader Ginsburg, según los expertos.
A lo largo de la historia “seis presidentes han nombrado jueces en la Corte Suprema tras perder una elección, subraya Tracy Thomas, quien “no se sorprendería” de ver al republicano intentar esa movida.
A inicios de septiembre, en un acto de campaña, el mandatario reveló una lista de potenciales jueces para la Suprema Corte en la que incluyó a tres senadores republicanos: Ted Cruz, de Texas; Tom Cotton, de Arkansas, y Josh Hawley, de Misuri, todos aliados políticos de Trump.
“Es una forma de decirles a sus electores: siempre estoy con ustedes. Puede movilizar a las personas que podrían estar tentadas a abstenerse”, dijo Justin Crowe, profesor asociado en Ciencias Políticas en Williams College
Con información de AFP