“Los proveedores de alto riesgo serán excluidos de las partes ‘centrales’ sensibles de las redes 5G”, informó el ministerio encargado del sector digital.

El comunicado no mencionó específicamente al controvertido gigante de las telecomunicaciones chino, pero Huawei se atribuyó la confirmación del gobierno británico de su participación limitada.

“Estamos tranquilos porque podemos seguir trabajando con nuestros clientes para continuar con el despliegue de la 5G”, dijo Huawei.

Además, en sus redes sociales se puede ver comunicación referente a que la red 5g “sí va”.

“Estados Unidos está decepcionado por la decisión del Reino Unido”, dijo a AFP un responsable de Washington, para quien “no hay ninguna forma segura de que proveedores que no son de confianza controlen cualquier parte de una red 5G”.

Durante las negociaciones, el gobierno estadounidense intentó que Reino Unido fallara en contra de Huawei para el desarrollo de la red 5G; incluso con advertencias del secretario de Estado, Mike Pompeo, quien calificó la inminente decisión británica de “capital” y estará en Londres el próximo miércoles.

La resistencia tecnológica

Johnson advirtió a mediados de mes que existen pocas alternativas a Huawei, dado que tiene una ventaja tecnológica sobre sus dos principales competidores, Nokia y Ericsson.

Asimismo, si se excluyera al grupo chino sería necesario eliminar sus estaciones base de la existente infraestructura 4G, lo que sería costoso e impactaría en las facturas de los clientes además de retrasar el paso a la 5G.

Los servicios de seguridad británicos aseguraron repetidamente que es posible trabajar con el fabricante chino sin comprometer la seguridad.

Sin embargo, la apertura a Huawei preocupaba a algunos en el Parlamento de Westminster y dentro del gobierno.

Por ejemplo, el diputado conservador Tom Tugendhat, presidente del comité de política exterior, advirtió que sería como “introducir el zorro en el gallinero”.

Con información de AFP.