Esta semana, Tonga amaneció desconectada del internet.

El cable submarino que conectaba al archipiélago del Pacífico con el resto del mundo sufrió un corte el domingo, probablemente causado por el ancla de un barco, lo que provocó que las comunicaciones del pequeño y aislado país cayeran en caos.

La interrupción también eliminó el servicio de llamadas telefónicas al exterior y está obstaculizando las transferencias de dinero y las reservas de las aerolíneas.

El problema ilustra la vulnerabilidad de los cables de fibra óptica submarinos, que con una capacidad de transporte de datos unas 200 veces mayor que la de los satélites se han convertido en la columna vertebral de las comunicaciones globales.

Los cables rotos dejaron a Somalia sin internet durante semanas en 2017 y cortaron conexión en partes de Egipto e India en 2008.

“Tengo un hotel y no tengo idea de quién ha reservado en Booking.com o Expedia”, dijo el propietario del hotel Mystic Sands en el archipiélago Vava’u, Kjell Stave.  

‘Plan B’ bloquea redes sociales

Aunque un satélite provisional se montó apresuradamente el lunes para proporcionar conectividad, ésta es limitada y lenta, lo que provocó que cientos de personas hicieran cola fuera de una oficina de telecomunicaciones del gobierno, donde la señal es más confiable.

Para preservar el ancho de banda, Facebook y otras redes sociales fueron bloqueadas hasta que se restablezca el servicio vía cable submarino.

“Podemos bloquear Facebook, YouTube y cosas así para poder maximizar el pequeño ancho de banda que tenemos del satélite en lo que es importante para el país”, dijo la encargada de la conexión internacional de la empresa Tonga Cable, Paula Piukala.

Tonga Cable también detalló que el tráfico en internet sería priorizado en transacciones bancarias hasta que se completen las reparaciones.

Una nave de reparación se estaba preparando para salir de Samoa y podría solucionar el problema en “una o dos semanas, si el clima lo permite”, agregó Piukala.

Con información de Reuters