Rodrigo A. Rosales

Después de registrar en el 2020 su peor crisis económica desde 1946 por la pandemia de COVID-19, el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos alcanzó durante 2021 su mayor crecimiento en los últimos 37 años.

De acuerdo con datos desestacionalizados de la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio de la Unión Americana, el PIB estadounidense registró un incremento anual de 5.7% durante el 2021, el mejor resultado desde 1984, cuando la economía estadounidense varió 7.2%. 

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El crecimiento real de 5.7% de la economía norteamericana derivó de que todos sus componentes mostraron aumentos, destacando el más importante, el consumo privado, con una tasa de 7.9%.

Dentro del consumo privado, que aporta 68.5% del PIB estadounidense, se reflejaron alzas tanto en bienes con 12.1% como en servicios de 5.9%, resaltando por su dinamismo los rubros de ropa y calzado, bienes recreativos, vehículos y sus partes, así como servicios de alojamiento y de atención a la salud.

Los otros componentes del PIB con ascensos en el 2021 fueron inversión interna privada bruta con 9.5%, exportaciones en 4.6% y consumo e inversión de gobierno con 0.5%; las importaciones ascendieron 14.0% (son una resta en el cálculo del PIB). 

Al interior de la inversión interna privada bruta, la fija no residencial creció 7.3% (se exhibieron incrementos de doble dígito en equipo y productos de propiedad intelectual) y la residencial 9.0% (liderada por construcción de nuevas viviendas unifamiliares).

PIB 4T21, con el mayor nivel en cinco trimestres

Solamente en el cuarto trimestre del 2021, el PIB de la Unión Americana aumentó 6.9% a tasa anualizada, el mayor nivel en los últimos cinco trimestres. 

Esta variación es la primera estimación de la Oficina de Análisis Económico, la cual advierte que los efectos económicos completos de la pandemia de COVID-19 no se pueden cuantificar en esta proyección, como las restricciones  en comercios por el alza de contagios, los préstamos condonables a empresas por parte del gobierno federal, las subvenciones a las administraciones estatales y locales y la disminución de beneficios sociales a los hogares por la culminación de varios programas federales.