El Banco de Inglaterra (BoE) tuvo que revisar al alza su previsión de inflación en agosto debido a la persistencia de la pandemia de COVID-19, explicó el gobernador de la institución, Andrew Bailey.
Debido a la propagación de las variantes del coronavirus, sobre todo en los países exportadores de Asia, “no hemos visto una recuperación del equilibrio entre bienes y servicios, está tardando más de lo previsto” y ha provocado un aumento de los precios de compra, afirmó Bailey ante una comisión parlamentaria.
El Banco de Inglaterra ya había revisado al alza su previsión de inflación para este año a 4%, muy por encima de su objetivo de 2%.
“La inflación es en este momento mucho más volátil de lo habitual”, añadió su gobernador.
Sin embargo, los economistas del BoE siguen esperando que la inflación vuelva a la normalidad como escenario principal.
Bailey recordó que existen “riesgos en ambos lados”, y que el endurecimiento de la política monetaria podría cortar de raíz la recuperación. “En este momento, vemos un estancamiento de la recuperación”, subrayó.
Pero su adjunto, Dave Ramsden, afirmó en un informe presentado al Parlamento británico antes de la audiencia del miércoles que daba “más importancia a los riesgos inflacionistas que a los deflacionistas”.
Récord en la eurozona
Por otra parte, hace unos días se informó del récord que rompieron los precios al consumidor en la zona euro.
La Oficina de Europea de Estadísticas (Eurostat), informó de un repunte en la inflación de 3%, lo que supone el nivel más alto registrado en los últimos 10 años.
El motivo de dicha aceleración: la energía registrando un alza de 15.4% en su precio comercial.
Con información de AFP