El Congreso estadounidense dio este miércoles su aprobación final a un estímulo económico que se encuentra entre los más grandes en la historia de Estados Unidos, un paquete de 1.9 billones de dólares que da al presidente Joe Biden la primera gran victoria de su administración.

La medida provee 400,000 millones de dólares para pagos directos de 1,400 dólares a la mayoría de los estadounidenses, 350,000 millones en ayuda a gobiernos estatales y locales, y un incremento a los fondos para distribución de vacunas.

La aprobación de la Cámara controlada por demócratas llegó sin el apoyo de ningún republicano, luego de semanas de debate partidista. Los demócratas describen la legislación como una respuesta crítica a la pandemia que ha matado a más de 528,000 estadounidenses, y ha dejado a millones sin trabajo.

Este es un día histórico. Es el inicio del final de la gran depresión de COVID

dijo la congresista demócrata Jan Schakowsky.

Biden planea firmar la ley el viernes, dijo la Casa Blanca.

Los republicanos dijeron que la medida es demasiado costosa y está empacada con prioridades progresistas que calificaron como “un desperdicio”. Dijeron que la peor fase de la crisis de salud pública más grande en un siglo está en el pasado y que la economía se dirige a un rebote.

“Es el plan incorrecto en el momento incorrecto por muchas razones”, dijo el representante republicano Jason Smith.

Los demócratas estaban ansiosos de que la ley fuera firmada por Biden antes del 14 de marzo, cuando vencen los actuales beneficios federales de desempleo.

El Congreso, que había pasado una versión anterior de esta legislatura, requirió reunirse una vez más para aprobar los cambios realizados en el Senado durante el fin de semana.

“Se ha dicho mucho que este paquete es demasiado grande y demasiado caro, pero si hay algún momento para hacer las cosas en grande, es este”, dijo el congresista demócrata Richard Neal.

El Congreso votó 235-149 en favor de la ley.

Muchos representantes republicanos habían expresado apoyo a la ley durante la administración de Donald Trump. Sin embargo, ningún republicano votó a favor de la ley en el Congreso o Senado, a pesar de que las encuestas muestran que la medida es popular incluso entre los votantes republicanos.

De acuerdo con una encuesta realizada por Reuters/Ipsos durante el 8 y 9 de marzo, 70% de los estadounidenses apoyan el plan, incluyendo la mayoría de demócratas y republicanos. La cifra entre demócratas es del 90%, y entre republicanos es del 50%.

La ley también tiene implicaciones políticas: si tiene éxito en impulsar la economía podría mejorar la fortuna del partido demócrata cuando busquen mantener sus mayorías durante las elecciones de 2022.