La Organización Mundial de la Salud (OMS) planea lanzar este mes una aplicación que permita a las personas de países con pocos recursos evaluar si pueden tener o no el nuevo coronavirus.
También está considerando una función de rastreo de contactos basada en bluetooth, dijo este viernes un funcionario del organismo.
La aplicación preguntará a la gente sobre sus síntomas y ofrecerá orientación sobre si puede tener COVID-19, la enfermedad potencialmente letal causada por el nuevo coronavirus, según Bernardo Mariano, jefe de información de la OMS.
Otra información, como, por ejemplo, cómo hacerse la prueba, será personalizada según el país del usuario.
Si bien la OMS lanzará una versión disponible para todo el mundo en las tiendas de aplicaciones, cualquier gobierno podrá usar la tecnología subyacente, agregar características y lanzar su propia app, dijo Mariano en una entrevista telefónica.
India, Australia y el Reino Unido ya lanzaron aplicaciones oficiales del virus usando su propia tecnología, con características comunes que incluyen decir a las personas si deben hacerse la prueba en base a sus síntomas y registrar los movimientos de las personas para permitir un rastreo más eficiente de los contactos.
Varios países están intensificando el rastreo de contactos, o el proceso de encontrar, probar y aislar a las personas que se cruzaron con un individuo infeccioso. La dinámica se considera vital para abrir las economías de forma segura, y las aplicaciones que automatizan partes del proceso podrían acelerarlo.
La OMS espera que su aplicación suscite interés en otros países, incluidos algunos de América del Sur y África, donde el número de casos está aumentando y es posible que carezcan de la tecnología y los ingenieros necesarios para desarrollar aplicaciones o que tengan dificultades para ofrecer pruebas e información.
“El valor es realmente para los países que no tienen nada”, dijo Mariano. “Estamos dejando atrás a los que no son capaces (de proporcionar una aplicación) y que tienen sistemas de salud frágiles”.
Ingenieros y diseñadores, incluyendo algunos que antes trabajaban en Google y Microsoft, han sido voluntarios durante semanas para desarrollar la nueva aplicación con unos cinco de ellos supervisando el proceso.
Los informáticos están diseñando en código abierto en el servicio de alojamiento GitHub, lo que significa que está abierto al público.