Los primeros indicios sobre la gravedad de la variante ómicron del COVID-19 son “un tanto alentadores”, dijo el principal asesor del gobierno estadounidense sobre la pandemia, Anthony Fauci, aunque advirtió que aún falta información.

Aunque es muy temprano para hacer aseveraciones definitivas, hasta ahora no parece que haya un gran grado de gravedad (…) Hasta ahora, los indicios son un tanto alentadores

dijo Fauci a la cadena CNN.

Los médicos expertos han subrayado recientemente que la población de Sudáfrica, donde se encontró por primera vez la variante ómicron, tiende a ser joven y que casos más severos podrían encontrarse en las próximas semanas.

Exámenes de laboratorio intentan determinar si ómicron, una cepa del virus con decenas de mutaciones, es más transmisible que otras variantes, resistente a la inmunidad de las vacunas y la infección o si genera síntomas más severos. Los resultados se esperan en las próximas semanas.

“Hay un riesgo real de que vamos a tener una disminución en la efectividad de las vacunas”, declaró al canal ABC Stephen Hoge, presidente de la fabricante de vacunas Moderna.

Pero aún se desconoce la magnitud de los efectos, indicó.

¿Será como lo que vimos con la variante delta, en que, últimamente las vacunas seguían siendo efectivas, o veremos algo como una disminución de 50% en la efectividad, lo que significaría que necesitamos reiniciar las vacunas?

Moderna y otras empresas farmacéuticas, como Pfizer, ya empezaron a trabajar en adaptar sus vacunas a la nueva variante si es necesario.

Al menos 15 estados de Estados Unidos y unos 40 países han confirmado casos de la variante ómicron.

Estados Unidos impuso la semana pasada restricciones de entrada para personas provenientes de Sudáfrica y otros siete países del sur del continente para frenar las infecciones

Fauci dijo el domingo que espera que esas restricciones sean levantadas “dentro de un periodo razonable”.

Ómicron y la economía

Nuevos países, entre ellos México, anunciaron la llegada de la variante ómicron del coronavirus que, aunque todavía no ha causado muertes, según la  Organización Mundial de la Salud (OMS), provocó múltiples restricciones que amenazan el crecimiento económico.

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, indicó que la nueva variante puede desacelerar la recuperación y forzar al organismo a revisar a la baja sus proyecciones económicas globales.

Una nueva variante que puede expandirse rápidamente puede hacer mella en la confianza y en este sentido, probablemente veremos recortes sobre nuestras proyecciones de octubre sobre crecimiento global

En esa última estimación, el FMI ya había recortado su optimismo, estimando un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial de 5.9% en el 2021 en vez de 6% anterior. Para el 2022, esperan un progreso de 4.9%.

Más de una semana después de que Sudáfrica anunciara su detección, la nueva variante ya ha sido registrada en 38 países y ha hecho cundir el pánico en numerosos gobiernos, que endurecieron medidas sanitarias y cerraron fronteras.

Al mismo tiempo, la pandemia de COVID-19 sigue causando estragos en numerosos países: Rusia registró en octubre su mes más mortífero desde la pandemia, con 74,893 muertes relacionadas con el virus, indicó la agencia de estadísticas Rosstat. En total, el número de decesos supera los 520,000.

En todo el Espacio Económico Europeo (Unión Europea más Noruega, Islandia y Liechtenstein) se habían notificado 109 casos de ómicron hasta el mediodía del viernes, según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC).

Además, varios países como España, Estados Unidos o Australia empezaron a señalar casos de presunta transmisión local, con pacientes infectados que no habían viajado al extranjero.

Túnez y México anunciaron  sus primeros casos y el subsecretario mexicano de Salud, Hugo López-Gatell, aprovechó la ocasión para denunciar que el cierre de fronteras no es una medida útil para contener las variantes. 

La aparición de esta variante es “la prueba definitiva” del peligro de las desigualdades, declaró a la AFP el presidente de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), Francesco Rocca.

Nuevas restricciones

Desde la aparición de la contagiosa delta, ahora dominante en el mundo, una variante de COVID-19 no había causado tanto pánico, con una avalancha de medidas y restricciones de viaje en todo el mundo.

Irlanda anunció varias medidas, entre ellas el cierre de discotecas del 7 de diciembre al 9 de enero. La ciudad brasileña de Sao Paulo suspendió las festividades de año nuevo y Alemania impuso fuertes restricciones a las personas no vacunadas, que estarán prácticamente confinadas. 

Los diputados alemanes abordarán próximamente una votación para hacer obligatoria la vacunación, como ya ha hecho Austria, que volvió a confinar su población. Y en Grecia, acortaron el plazo para la tercera dosis de refuerzo.

En Asia, un día después de que Singapur anunciara dos casos, las vecinas Malasia y Sri Lanka notificaron el viernes sus primeros casos en viajeros que regresaban de África. 

Por el momento, el Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que la cobertura de vacunación y los niveles de detección inadecuados, especialmente en África, es un “cóctel tóxico” para la “reproducción e incremento de variantes”. 

Varias compañías, como Moderna, AstraZeneca, Pfizer/BioNTech y Novavax, han expresado su confianza en su capacidad para crear una vacuna contra ómicron. 

Rusia también está trabajando en una versión de su Sputnik V dirigida específicamente a esta variante.

El COVID-19 ha matado al menos a 5,233,111 personas en todo el mundo y ha infectado a casi 265 millones de personas desde finales del 2019, según un recuento de AFP.

Con información de AFP