La agencia calificadora Moody’s dijo que la regla del tope de gasto del Gobierno de Brasil, su más importante ancla fiscal, enfrenta el riesgo material de ser infringida desde el próximo año debido al aumento del riesgo político y las presiones para mantener el gasto social.
Superar el límite de gasto aumentaría todavía más la deuda del gobierno, que ya se encuentra en niveles récord debido a los desembolsos de emergencia y el menor ingreso de impuestos debido a la pandemia de COVID-19, y amenazaría el perfil de riesgo de Brasil, agregó Moody’s.
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Los riesgos políticos y las presiones para aumentar programas de gasto social después del 2020 aún plantean un riesgo material para cumplir con el techo del gasto en 2021 y más adelante
escribieron en un informe los analistas de Moody’s, liderados por Samar Maziad.
“Superar el techo del gasto podría hacer que la deuda del gobierno siga aumentando, lo que pondría presión sobre el perfil crediticio de Brasil”, agregaron.
Asimismo, pronostican que la deuda de la administración de Jair Bolsonaro alcanzará 95% del Producto Interno Bruto este año, desde 76% en 2019.
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Límite al gasto de Brasil
La regla del techo de gasto limita el aumento del gasto público a la tasa de inflación del año anterior. Las autoridades publicaron su propuesta de presupuesto para 2021 la semana pasada, pero hay dudas sobre los programas sociales para millones de las personas más pobres de Brasil, que son salvavidas durante la pandemia, pero no fueron incluidos.
Moody’s, que espera que el PIB del país se contraiga 6.2% este año, mantiene la nota crediticia soberana de Brasil en un grado de no inversión o ‘basura’ de ‘Ba2’ y un panorama estable.
La agencia espera que el gasto público caiga a alrededor de 39% del PIB en 2021 desde 42% de este año, lo que respaldará las cuentas fiscales, aunque aún superaría 38% del PIB del año pasado, antes de la pandemia.
