El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aumentó este lunes 300% el salario mínimo, una medida que vino acompañada por una devaluación de 9.18% en la moneda local.
Este nuevo ingreso alcanza para comprar apenas dos kilos de carne, en medio de una hiperinflación que -según el Fondo Monetario Internacional- llegará a 10,000,000% este año.
“A partir del martes, el sueldo básico pasa de 4,500 a 18,000 bolívares mensuales” (19 dólares a la nueva tasa oficial), mencionó Maduro al presentar el informe de su gestión ante la oficialista Asamblea Constituyente que rige en el país petrolero.
El gobierno de Venezuela sostiene que el salario básico equivale a medio petro, la criptomoneda con la cual busca liquidez ante sanciones de Estados Unidos que cerraron el acceso a financiamiento externo.
Desde su lanzamiento en 2018, el valor del petro se mantiene fijo en 60 dólares, cifra que proyectan las autoridades para el barril de crudo venezolano en 2019. Al ser incrementado el criptoactivo este lunes por Maduro de 9.000 a 36.000 bolívares, los especialistas daban por descontada una devaluación.
Poco después de los anuncios económicos del mandatario, el banco central publicó la nueva tasa, que saltó de 862.32 a 949.47 bolívares por dólar.
En 2018, el mandatario decretó seis incrementos salariales, sin que el poder adquisitivo de los venezolanos pudiera recuperarse, en una crisis caracterizada por escasez de alimentos básicos y medicinas.
Desde que el gobernante puso en marcha en agosto pasado un plan de reformas frente a la crisis, que incluyó una reconversión monetaria que le restó cinco ceros al bolívar, un aumento de 3,400% del salario mínimo y una devaluación de 96%, la moneda se ha depreciado 93.6% más.
Maduro prometió “mano dura” para hacer valer los controles de precios y de cambio vigentes en Venezuela y que, de acuerdo con expertos, han motivado el colapso.