El parlamento británico votará por el plan B del acuerdo para la salida del Reino Unido (Brexit) este martes, luego de haber rechazado el acuerdo presentado por la primera ministra, Theresa May el pasado 15 de enero.
El nuevo plan, presentado el 21 de enero, consiste principalmente en volver con Bruselas.
La nueva propuesta es una versión del plan inicial que busca satisfacer a los rebeldes y al Partido Unionista Democrático de Irlanda (DUP).
Existen dos escenarios: que la propuesta de May salga adelante y el Reino Unido se separe de la Unión Europea el próximo 29 de marzo con un acuerdo establecido o que este plan B sea rechazado.
Si el parlamento vota en contra, los posibles caminos son que el plazo de salida sea ampliado para negociar nuevamente, aunque los líderes de la UE han dejado claro que no hay mucho más que hablar, o convocar a un segundo referendo.
La Unión Europea ya ha rechazado en el pasado modificar o cancelar el ‘backstop’ -mecanismo destinado a evitar la reinstauración de una frontera entre Irlanda, país miembro de la UE, y la provincia británica de Irlanda del Norte-, pero May parece esperar que un apoyo del parlamento le permita convencer a Bruselas de la necesidad de renegociar este controvertido punto del acuerdo.
La salida sin acuerdo, conocida como Brexit duro, es una opción que la Cámara de los Comunes no planea admitir.
Los diputados podrán también presentar sus contrapropuestas al plan B de May en forma de enmiendas y al menos dos grupos preparan ya estrategias para dar al parlamento el poder de decidir los próximos pasos ante el temor de que un nuevo bloqueo lleve al país a un Brexit sin acuerdo.
Dimisión de May
Otro posible escenario sería la dimisión de la primera ministra, que podría darse por dos vías: si deja su cargo de manera voluntaria y convoca a elecciones, o si se vuelve a presentar una moción de censura y consigue los votos suficientes, retirando a May de manera forzosa de su cargo.
El pasado 16 de enero May ganó -con estrecha ventaja- una moción de censura con 326 votos a favor y 306 en contra.
En caso de que May saliera, el Gobierno Británico podría renegociar el acuerdo o realizar un nuevo referéndum.