La edición 45 de la cumbre del Grupo de los Siete (G7) se celebra del 24 al 26 de agosto en Biarritz, con el gobierno francés como anfitrión. 

Aquí tienes algunos detalles que debes conocer sobre el encuentro:

Integrantes

El G7 está conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón.

El grupo empezó en 1975 con solo seis miembros para atender la crisis de los precios del petróleo y un año después se añadió Canadá.

En 1997, Rusia entró como miembro, convirtiéndose en el Grupo de los Ocho, pero fue expulsado en 2014, tras la anexión de Crimea.

Antes de la reunión de este año, Trump causó controversia al afirmar que Rusia debería ser admitido nuevamente.

“Creo que es mucho más apropiado tener a Rusia adentro. Muchas de las cosas de las que hablamos tienen que ver con Rusia”, dijo el martes en declaraciones a periodistas en la Casa Blanca.

El presidente francés, Emmanuel Macron, estimó en junio que “sin un progreso claro y tangible en el proceso de Minsk”, para detener los combates en el este de Ucrania, “no puede haber una reforma del G8”.

Poder económico

Los siete países miembros representan 45% del Producto Interno Bruto Mundial, con datos de 2018, y 10% de la población.

Desaceleración global

Uno de los retos principales actualmente es la desaceleración de la economía, tanto por factores internacionales, como el impacto de la guerra comercial entre Estados Unidos y China o el Brexit, como situaciones internas, por ejemplo, la crisis política italiana.

Por ello, estos países no estuvieron exentos de la baja en los pronósticos de crecimiento para este año y el que sigue.

Turbulencias locales

Gran Bretaña y la Unión Europea siguen enfrascados en su proceso de divorcio. Una de las mayores incógnitas es cómo se posicionará el primer ministro británico, Boris Johnson, en una cumbre que pondrá de manifiesto la existencia de un nuevo escenario a medida que la influencia británica en Europa disminuye, al tiempo que crece su dependencia de Estados Unidos.

A menos de tres meses de que el Reino Unido abandone la Unión Europea -algo que según Johnson tendrá lugar con o sin acuerdo de transición-, su gobierno ha intentado acercar posiciones con la Casa Blanca de Trump con vistas a futuros acuerdos comerciales.

A esto se suma la crisis política italiana, después de que el primer ministro Giuseppe Conte presentó su renuncia, que tendrá como consecuencia el alza de una coalición de derecha al poder, o la retirada temporal de la corriente política. La decisión está en manos del presidente Sergio Mattarella.

En Alemania, la influencia de la canciller alemana Angela Merkel se está desvaneciendo antes de su adiós y la economía se acerca a una recesión.

Del otro lado del Atlántico, Estados Unidos ya empezó su carrera electoral rumbo a 2020 para sacar a Donald Trump y, aunque la lista de aspirantes demócratas aún es larga, la contienda puede retrasar los procesos legislativos de ese país.

Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, planea lanzar su candidatura para la reelección en octubre, aunque su camino ha sido ensombrecido por la disputa con China tras la detención de una ejecutiva de Huawei.

Temas a tratar

Macron invitó a los líderes de Australia, Burkina Faso, Chile, Egipto, India, Senegal, Ruanda y Sudáfrica para ampliar el debate sobre la desigualdad.

El presidente francés anunció este viernes que lanzará la denominada “alianza de Biarritz”, para que los estados miembros puedan “comprometerse a eliminar las discriminaciones” entre hombres y mujeres y luchar por “nuevos derechos y mejores prácticas”.

“Vamos a lanzar esta alianza del G7. Los países del G7 y algunos socios, como los países africanos y democracias de buena voluntad, podrán comprometerse en eliminar las discriminaciones que aún existen, crear nuevas leyes, luchar por nuevos derechos y mejores prácticas” indicó Macron en un acto en el Elíseo.

Además, ante los incendios en la selva amazónica, Macron dijo el jueves que es una emergencia internacional que debe discutirse en la cumbre.

“Nuestra casa se está quemando”, escribió en Twitter. “La selva amazónica, los pulmones que producen el 20% del oxígeno de nuestro planeta, está ardiendo. Es una crisis internacional. Miembros de la Cumbre del G7, discutamos esta emergencia”, agregó.

No obstante, las discusiones más duras están en otras partes, como la guerra comercial entre China y Estados Unidos, la tensión entre Washington y Teherán; el escaso entusiasmo mostrado por Trump a la iniciativa francesa de un impuesto universal a las multinacionales digitales como Google y Amazon y su rechazo a los esfuerzos para limitar las emisiones de carbono para ralentizar el cambio climático.

La crisis en Cachemira y las protestas callejeras en Hong Kong podrían ser abordadas también durante las conversaciones.

“No hay duda de que hablaremos de cómo pueden afectar las fricciones comerciales a la economía global”, dijo un funcionario gubernamental japonés. “Pero es difícil enviar mensajes al exterior, ya que no habrá comunicado”.

Las tensas relaciones entre Estados Unidos y sus principales aliados implican que donde una vez había un acuerdo común, ahora se buscará el menor denominador común.

“No será productivo impulsar algo en lo que alguien -sea Estados Unidos u otro país- no esté de acuerdo”, agregó el funcionario japonés.

Así es: no habrá comunicado

En el G7 en Quebec el año pasado, Trump se fue dando un portazo, torpedeó el comunicado final penosamente negociado y, en un tuit enviado desde el Air Force One, calificó al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, de “deshonesto y débil”.

El anfitrión de la cumbre ha puesto el estándar muy bajo para que no se repita el fiasco del 2018: no habrá comunicado.

“Tenemos que adaptar los formatos. No habrá un comunicado final, sino coaliciones, compromisos y seguimientos”, dijo Macron. “Debemos asumir que, sobre ciertos temas, algún miembro del club podría no estar de acuerdo”.

Con información de Reuters