La lira turca cayó 1.6% este martes llegando a su nivel más bajo desde la crisis monetaria del verano de 2018, luego de que un consejo electoral del país anuló una elección de alcalde de Estambul, lo que intensificó las preocupaciones de los inversionistas.
La junta electoral del país canceló el lunes los resultados de la elección de la alcaldía de Estambul, que había sido ganada por Ekrem Imamoglu, el principal candidato del partido popular republicano de la oposición (CHP).
El partido gobernante de Justicia y Desarrollo (AKP), del presidente Recep Tayyip Erdogan, había impugnado el resultado, alegando fraude electoral y otras irregularidades.
El Consejo Supremo de Elecciones de Turquía, que está dominado por el AKP, despojó a Imamoglu de su mandato y estableció una nueva carrera el 23 de junio.
Meral Aksener, jefe del partido de la oposición Good que respaldó a Imamoglu, afirmó que la decisión de anular la votación equivalía a ‘robo’.
La economía de Turquía ha sido motivo de preocupación en los últimos meses tras el declive de las reservas de moneda extranjera del país, las dudas sobre la disposición del banco central para tomar más medidas que combatan la inflación y el alto nivel de deuda a corto plazo.
Sin embargo, la decisión de las autoridades de anular el resultado de una votación que había instalado a un candidato de la oposición en un papel clave para Estambul ha desconcertado aún más a los participantes del mercado, de acuerdo con el Financial Times, y afectado a la lira turca.
El índice de referencia del la bolsa de Estambul cayó 2.1%, y el subíndice de seguimiento de los bancos turcos bajó 3%.
Los mercados del Reino Unido, el principal centro offshore para el comercio de activos turcos, se cerraron el lunes por un feriado público, lo que significa que el martes fue la primera oportunidad para que muchos inversionistas extranjeros respondieran a los últimos desarrollos.
La agencia calificadora Fitch dijo a fines de la semana pasada que tenía una perspectiva negativa sobre la calificación crediticia de Turquía, debido a las “débiles finanzas externas, que se manifiestan en un gran requerimiento de financiamiento externo, bajas reservas extranjeras y alta deuda externa neta, alta inflación , un historial de volatilidad económica, y riesgos políticos y geopolíticos “.