Tras días de incertidumbre sobre el paradero de su director, la Interpol anunció la dimisión de Meng Hongwei.
“Hoy, domingo 7 de octubre, el secretario general de Interpol en Lyon, en Francia,
recibió la dimisión de Meng Hongwei, como presidente de Interpol, con efecto
inmediato”, según un comunicado publicado en Twitter.
Meng Hongwei fue dado por desaparecido hace más de 10 días, luego de arribar a su país natal.
El surcoreano Kim Jong Yang, vicepresidente del comité ejecutivo de Interpol, lo
reemplazará hasta la elección de un nuevo presidente por dos años en la 87
asamblea general de la organización en Dubái, del 18 al 21 de noviembre.
El mandato de Meng Hongwei, elegido por cuatro años, debía terminar en 2020.
Investigado en China
El gobierno chino informó, tras varios días de silencio, que el director de Interpol está siendo investigado por sospechas centradas en un supuesto soborno, según un comunicado difundido en el sitio web de la Comisión Nacional de Supervisión, encargada de los casos de corrupción de los funcionarios públicos chinos.
“La investigación contra Meng Hongwei por aceptar sobornos y presuntas violaciones de la ley es muy oportuna, absolutamente correcta y bastante sensata”, afirmó el ministerio en un comunicado en su sitio web.
Asimismo, indicó que también investigará y castigará a las personas que aceptaron sobornos junto a Meng.
“La investigación contra Meng Hongwei demuestra por completo que no hay privilegios ni excepciones ante la ley y que todo el que viole la ley debe ser duramente castigado”, señaló el ministerio.
Esto ocurrió horas después de que la esposa del dirigente chino afirmara ante la
prensa en Lyon que su marido estaba “en peligro” en China.
“Este caso concierne a la comunidad internacional”, dijo con voz temblorosa Grace Meng en una declaración leída en chino y luego en inglés. Habló dando la espalda a las cámaras por razones de seguridad y rechazó ser fotografiada.
Desapariciones de alto rango
Esta fue la última desaparición hasta la fecha de un alto responsable en China, donde varios dirigentes gubernamentales, magnates e incluso una estrella desaparecen durante semanas o incluso meses, víctimas de la campaña anticorrupción lanzada por el presidente Xi Jinping después de su llegada al poder, en 2012.
Según cifras oficiales, 1.5 millones de responsables ya fueron investigados en el marco de esta campaña, de la que se sospecha que también sirve para perseguir a los opositores.
En marzo, China creó un órgano extrajudicial, la Comisión Nacional de Supervisión, con la que ampliar la caza a los corruptos a toda la función pública.
A los defensores de los derechos humanos les preocupa que sea una especie de fachada legal para una represión que llevó a detenciones secretas.
Meng Hongwei escaló posiciones en el aparato de seguridad del país cuando este estaba dirigido por Zhou Yongkang, un rival del presidente Xi que actualmente purga una pena de cadena perpetua.
Zhou, condenado en junio de 2015 por corrupción, abuso de poder y divulgación de “secretos de Estado”, es la personalidad de mayor rango del régimen chino víctima de la campaña anticorrupción.
Nombró a Meng Hongwei viceministro de Seguridad Pública en 2004, un puesto que tiene a cargo numerosos casos sensibles, como la lucha antiterrorista.
La elección de Meng a la presidencia de Interpol provocó temores entre los disidentes de que Pekín utilizaría la organización para perseguir a los opositores refugiados en el extranjero.
Pero Interpol intentó calmar las preocupaciones recordando que el artículo 3 de su estatuto estipula que “está rigurosamente prohibida a la organización toda actividad o intervención en cuestiones o asuntos de carácter político, militar, religioso o racial”.
Con información de AFP y Reuters