Pakistán mantiene la presión diplomática sobre Nueva Delhi por revocar el estado especial de Cachemira, la región en el corazón de 70 años de hostilidad entre ellos.
En el movimiento político más radical en casi siete décadas en una de las regiones más militarizadas del mundo, el gobierno del primer ministro Narendra Modi dijo que eliminaría una disposición constitucional que permite al estado de Jammu y Cachemira hacer sus propias leyes.
Cachemira es una región del Himalaya que durante mucho tiempo ha sido un punto de conflicto con el vecino Pakistán y es la única zona de mayoría musulmana de India.
“Toda la constitución será aplicable a Jammu y Cachemira”, dijo al parlamento el ministro del Interior, Amit Shah, mientras los legisladores de la oposición expresaron fuertes protestas contra la decisión.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, instó a India y Pakistán, que también reclama Cachemira, a actuar con moderación. El Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que estaba siguiendo de cerca los acontecimientos y expresó su preocupación por los informes de detenciones.
Especialistas advierten que la medida impulsada por Modi sobre Cachemira podría reavivar el movimiento insurgente que ya ha costado miles de vidas.
Funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores de India informaron a los enviados de varios países sobre los cambios en el estado administrativo de la región, argumentando que estaban apuntando a promover el buen gobierno, la justicia social y el desarrollo económico.
El gobierno también levantó la prohibición a la compra de propiedades de no residentes, abriendo el camino para que indios inviertan y se establezcan allí, tal como pueden hacerlo en otros lugares del país. Es probable que la medida provoque una reacción violenta en la región.
Cachemira permaneció bajo un apagón de comunicaciones este jueves con redes móviles y servicios de internet suspendidos y al menos 300 políticos y separatistas detenidos para evitar protestas, según la policía, los medios y los líderes políticos.
Pakistán dijo que condena enérgicamente la decisión, que podría tensar aún más los lazos entre rivales que poseen armas nucleares. En tanto, hoy detuvo su servicio principal de trenes a su vecino y prohibió las películas indias.
El primer ministro de Pakistán, Imran Khan, dijo que la medida “viola claramente las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas” en la región, según un comunicado.
Con información de AFP y Reuters