La disputa legal entre Estados Unidos y Google para determinar si la gigante tecnológica cayó o no en prácticas ilegales para posicionarse como el líder de búsquedas en línea sobre sus competidores más pequeños ha dado inicio.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusa a la firma fundada por Larry Page de pagar 10,000 millones de dólares a empresas como Apple, AT&T, Samsung y buscadores como Mozilla para conseguir una cuota de mercado de alrededor de 90%.
Ante las autoridades estadounidenses, Kenneth Dintzer, abogado del Departamento de Justicia, señaló que Google comenzó sus prácticas para mantener de forma ilegal un monopolio en 2010, por lo que “este caso trata sobre el futuro de internet”.
De acuerdo con el litigante, la firma también manipuló las subastas de anuncios colocados en internet para aumentar los precios para los anunciantes.
Los incumplimientos son poderosos, la escala importa y Google mantuvo ilegalmente un monopolio durante más de una década. Las consecuencias son que sin una competencia seria, Google innovó menos y prestó menos atención a otras preocupaciones como la privacidad
afirmó Dintzer.
Asimismo, dijo contar con evidencia de que la empresa con sede en California, Estados Unidos, había tomado medidas para proteger las comunicaciones sobre los pagos que realizó a empresas como Apple.
Sabían que estos acuerdos traspasaban las líneas antimonopolio
dijo.
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Próximos pasos
Se espera que esta primera etapa con los argumentos iniciales tengan una duración de hasta 10 semanas, en dos fases. En la primera, el juez Amit Mehta decidirá si Google infringió o no la ley.
Si se le encuentra alguna falta, el juez se encargará de decidir la mejor forma de darle solución. Las resoluciones pueden ir desde solicitarle que ponga fin a sus prácticas hasta la venta de activos.
Las grandes empresas del sector han sido fuertemente criticadas por buscar la forma de presionar a sus competidores más pequeños, sin embargo, han salido airosas debido a que algunos de sus servicios son gratuitos y en otros casos económicos.
Este no es el primer caso en el que una tecnológica debe enfrentar un juicio antimonopolio. En 1998 Microsoft vivió un caso igual y previamente, en 1974, ya le había pasado a AT&T.
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Con información de Reuters