La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) presentó demandas contra empresas estadounidenses que fabrican armas por el papel que juegan en su comercialización ilegal en México.

La demanda se interpuso ante una corte federal del estado de Massachusetts y apunta a compañías como Smith & Wesson, Beretta, Colt, Glock, Century Arms, Ruger y Barrett, productores de al menos 68% de las más de medio millón de armas que se introducen ilegalmente a México cada año, de acuerdo con información divulgada por el gobierno federal.

Confiamos en la calidad jurídica de lo que estamos presentando, vamos a litigar con toda seriedad y vamos a ganar el juicio y vamos a lograr reducir drásticamente el tráfico ilícito de armas a México

dijo el canciller Marcelo Ebrard en un evento realizado en el museo de Memoria y Tolerancia en la Ciudad de México.

El titular de la SRE explicó que la demanda busca que las fabricantes compensen al gobierno mexicano por los daños causados, aunque el monto para cubrir dicha exigencia deberá ser determinado en el transcurso del juicio.

Ebrard afirmó que no existe precedente de que el gobierno mexicano “participe en un litigio de esta naturaleza” en una corte estadounidense y que la medida fue autorizada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

La SRE puntualizó que las acciones van en contra de las empresas y no en contra del gobierno estadounidense.

El tráfico ilegal de armas es un tema medular en la agenda binacional de México y Estados Unidos, principal mercado de los poderosos y sanguinarios cárteles del narcotráfico.

El gobierno mexicano estima que los daños creados por el tráfico ilegal de armas podrían alcanzar hasta 1.5% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.

Las autoridades consideran que los fabricantes, distribuidores y comerciantes de armas han facilitado el tráfico a través de “prácticas en la negligencia del diseño, publicidad y comercialización”. 

Asociación reacciona

La Asociación Industrial del Comercio de las Armas (NSSF, por sus siglas en inglés) dijo que las acusaciones de que los fabricantes de armas en Estados Unidos están involucrados en prácticas de negocio negligentes carecen de fundamento.

En un comunicado, Lawrence G. Keane, vicepresidente de la asociación, señaló que la actividad criminal en el país es resultado del tráfico ilícito de drogas, la trata de personas y los grupos criminales.

 En lugar de buscar un chivo expiatorio en las empresas estadounidenses que respetan la ley, las autoridades mexicanas deben concentrar sus esfuerzos en llevar a los cárteles ante la justicia

manifestó.

La organización indicó que, según datos de 2008, menos de 12% de las armas confiscadas en México provienen de Estados Unidos y aseveró que algunas de las armas llegan a manos de criminales por parte de los soldados mexicanos que desertan para unirse a cárteles.

Añadió que conforme a cables del Departamento de Estado, las armas más letales provienen de Centroamérica.

Con información de AFP.