Nota del editor: Esta nota fue publicada por primera vez el 2 de marzo

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, informó este miércoles que el organismo cuenta con 50,000 millones de dólares para enfrentar el brote de coronavirus.

Los recursos están disponibles de manera inmediata y están enfocados principalmente en países de bajos ingresos y mercados emergentes. Además, la mayor parte del dinero estará libre de intereses y los países no necesitan tener un acuerdo con el FMI para acceder al financiamiento.

“Lo que estamos haciendo en este momento es revisar país por país cuáles son las necesidades financieras y colaborar con estos países para asegurarnos de que conozcan este recurso y podamos ofrecerlos de inmediato”, indicó Georgieva citada por CNBC.

Las herramientas del FMI y el BM

El lunes, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial afirmaron estar listos para ayudar a los países miembro a abordar los desafíos humanos y económicos del brote de coronavirus, incluso con fondos de emergencia. 

En un comunicado conjunto, los dos organismos dijeron que se centrarán especialmente en los países pobres donde los sistemas de salud son más débiles e instaron a los países miembros a fortalecer la vigilancia sanitaria y la respuesta para contener la propagación del virus. 

La cooperación internacional es esencial para lidiar con el impacto sanitario y económico del virus COVID-19. El FMI y el Banco Mundial estamos para brindar el apoyo a las personas de los países miembro,

indicaron los organismos. 

Hasta el 1 de marzo, el coronavirus ha infectado a 87,137 personas y ha provocado la muerte de 2,977 a nivel mundial, según la OMS.

El FMI reveló que tiene cinco herramientas para hacer frente al coronavirus: la principal es el financiamiento de emergencia, a través del Mecanismo de Crédito Rápido (RCF, por sus siglas en inglés) y el Instrumento de Financiamiento Rápido (RFI), los cuales brindan asistencia financiera de emergencia a los países miembros sin la necesidad de tener un programa completo.

Los recursos de ese financiamiento se pueden otorgar rápidamente e incluyen recomendaciones para implementar políticas para abordar emergencias como el coronavirus.

En 2016, el FMI otorgó un préstamo de emergencia RFI a Ecuador por 364 millones de dólares después de uno de los terremotos más fuertes en décadas en ese país.

La segunda herramienta refiere a la modificación de programas de préstamos existentes ante estos escenarios, mientras que el tercer instrumento son subvenciones para aliviar la deuda de los países más pobres afectados ante desastres, incluidos los de salud pública. 

El cuarto instrumento permite “nuevos acuerdos de financiamiento” y el último hace hincapié a la asistencia técnica en asociación con las autoridades de los países.

Con información de Reuters