Los bancos centrales más importantes del mundo están decididos a luchar más intensamente contra el cambio climático, evaluando nuevas políticas y principios que podrían integrar los riesgos climáticos a la supervisión financiera.

Los impactos del cambio climático son visibles en todas partes. Cada sector se verá afectado y es un asunto primordial que los bancos centrales debemos tomar en cuenta. Para cumplir nuestro mandato primordial, debemos estar involucrados de manera absoluta

Philip Lane, economista en jefe, Banco Central Europeo

Este sentimiento ha tenido eco en múltiples bancos nacionales.

Este año, una coalición de 46 bancos y reguladores (la Red para Reverdecer el Sistema Financiero) publicó una guía técnica para ayudar a sus miembros a adoptar alternativas sustentables en su manejo de portafolios.

Por su parte, el Banco de la Gente de China ha incorporado factores ambientales a su política monetaria y su estimación de riesgos.

Un oficial del Fondo Monetario Internacional dijo a Reuters que se está “trabajando en los costos del cambio climático y hasta qué punto se están incluyendo en los precios de los mercados de acciones y bonos”.

Gonzalo Monroy, director de GMEC, resaltó que en la actualidad, las compañías petroleras más importantes ya mencionan sus esfuerzos en inversiones dirigidas a combatir el cambio climático y reducción de sus emisiones.

“El futuro será similar pero con menores emisiones porque el mundo sigue creciendo y la gente sigue teniendo necesidades energéticas. Si las empresas hacen estas actividades voluntariamente, entonces su percepción y la de los reguladores se podrían empatar”.

La mayoría de estas empresas del sector energético que se han mostrado preocupadas por sus emisiones contaminantes son de origen privado y tienen que enfrentarse a regulaciones legales.

Sin embargo, las compañías estatales (que representan cinco de las diez más contaminantes del mundo) son menos afectadas por estas leyes, por lo que modificaciones de parte del FMI podrían tener impactos más directos.

Establecer todos los impactos negativos que las empresas deben afrontar es el paso lógico. Las empresas pueden abogar que ya pagan ciertos impuestos y no deberían pagar más, pero la percepción de los riesgos han cambiado. Las empresas estatales muchas veces dan reportes más completos a sus inversionistas que a sus ciudadanos y la regulación al dinero puede tener un efecto en las regulaciones nacionales y la implementación de regulaciones internas

Paul Sánchez, director, Ombudsman Energía México

El cambio propuesto por los bancos centrales también podría tener un impacto en los mercados que han estado relajando sus regulaciones en materia ambiental.

Por la cantidad de empresas en su mercado, Estados Unidos es el caso más evidente, pero Rusia y algunas economías asiáticas también han eliminado restricciones con miras a mejorar el desempeño de sus mercados.

Las acciones que el Fondo anunció en su más reciente reunión han traído también críticas y dudas sobre su accionar a futuro.

Los principales opositores discuten que el reporte de riesgos climáticos no debería ser obligatorio para ciertas entidades, que los bancos centrales no deberían buscar modificar el flujo económico dependiendo de la sustentabilidad de ciertos proyectos y que tampoco deberían realizar actividades que promuevan políticas ambientales mediante cambios en sus portafolios de inversiones.