Hace dos años, Finlandia decidió emprender un experimento: dar un ingreso básico universal a 2,000 desempleados. El programa terminó y ya tienen los resultados.
Estas personas fueron los primeros europeos en recibir un ingreso mensual regular por parte del estado que no se reducía en caso de que encontraran trabajo, con la esperanza de que así no optarían por no trabajar como una forma de mantener sus beneficios.
Pero el plan de ingreso básico no impulsó a los desempleados a trabajar más para complementar sus ganancias, aunque sí ayudó a elevar su bienestar general, dieron a conocer investigadores gubernamentales.
Finlandia, que según las Naciones Unidas fue el país más feliz del mundo el año pasado, está explorando alternativas a su modelo de seguridad social.
La prueba fue observada de cerca por otros gobiernos que ven un ingreso básico como una forma de alentar a los desempleados a aceptar trabajos -a menudo mal remunerados o temporales- sin temor a perder sus beneficios.
Eso podría ayudar a reducir la dependencia del estado y reducir los costos de asistencia social, especialmente dada la ola de automatización que destruirá muchos empleos no especializados.
Más felices y saludables
El ministro de salud y asuntos sociales de Finlandia, Pirkko Mattila, aseguró que el impacto en el empleo del cheque de pago mensual de 560 euros (unos 635 dólares) “parece haber sido menor en el primer año de prueba”.
Pero los participantes en el ensayo fueron más felices y saludables que el grupo de control.
“Los receptores de ingresos básicos del grupo de prueba reportaron un mejor bienestar en todos los aspectos (que) el grupo de comparación”, dijo el economista en jefe del ensayo, Olli Kangas.
El bajo impacto en el empleo no fue una sorpresa, detalló el especialista, dado que muchas personas desempleadas tienen pocas habilidades o luchan con situaciones difíciles de la vida o problemas de salud.
“Los economistas han sabido por mucho tiempo que con los desempleados los incentivos financieros no funcionan de la manera que algunas personas esperan que lo hagan”, agregó.
Impulso psicológico
Sini Marttinen, de 36 años, había estado desempleada durante casi un año antes de “ganar la lotería”, es decir, entrar a la prueba.
“Tienes la idea de que tienes dos años, tienes una seguridad de 560 euros al mes … Me dio la seguridad de comenzar mi propio negocio”.
Sus ingresos solo aumentaron 50 euros al mes en comparación con el beneficio de desempleo que había estado recibiendo, “pero en un instante pierde la burocracia, la información”, explicó Marttinen.
El plan original del gobierno de centro-derecha era expandir el plan de ingresos básicos después de dos años, ya que trata de combatir el desempleo, que ha sido persistentemente alto durante años pero alcanzó un mínimo de 10 años del 6.6% en diciembre.
Eso siguió a la imposición de sanciones por beneficios a las personas desempleadas que se negaron a trabajar.
Sin embargo, el ingreso básico ha sido controvertido, ya que los líderes de los principales partidos políticos finlandeses se muestran reacios a ofrecer “dinero por nada”, especialmente antes de las elecciones parlamentarias que se celebrarán en abril.
Las propuestas
El Partido del Centro ha propuesto limitar los ingresos básicos a las personas pobres, con sanciones si rechazan una oferta de trabajo, mientras que el ministro de finanzas conservador, Petteri Orpo, dice que está a favor de un sistema como el Crédito Universal de Gran Bretaña.
Los impuestos más altos que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos dice que serían necesarios para pagar los esquemas de ingresos básicos también podrían ser desalentadores para los votantes.
En una revisión del plan finlandés el año pasado, la Organización advirtió que implementarlo a nivel nacional y económico para el estado implicaría una redistribución de ingresos significativa y aumentaría la pobreza.
Los investigadores han reconocido que el piloto finlandés no era realista porque no incluía ningún reembolso de impuestos una vez que los participantes encontraron trabajo y alcanzaron un cierto nivel de ingresos.
Los votantes suizos rechazaron un esquema similar en 2016.
Italia debe introducir un “salario ciudadano” en abril en una importante revisión del estado del bienestar, que ofrecerá ayuda económica a los desempleados y pobres.
“Si a las personas se les paga dinero libremente, eso las hace creativas, productivas y el bienestar trae bienestar”, dijo Tuomas Muraja, un periodista y autor de 45 años que participó en la prueba.
“Si te sientes libre, te sientes más seguro y luego puedes hacer lo que quieras. Esa es mi valoración”, concluyó Muraja.