El gigante inmobiliario chino Evergrande anunció que venderá su participación en un proyecto inconcluso cerca de Shanghái por 575 millones de dólares, mientras busca recursos para pagar sus enormes deudas.
La compañía arrastra 300,000 millones de dólares en deudas y ha luchado por pagar a los tenedores de bonos e inversionistas luego de que las medidas restrictivas de Pekín le cerraron el acceso a la liquidez.
Evergrande dijo este miércoles que vendería su participación en Crystal City Project, una enorme zona comercial en Hangzhou, en las afueras de Shanghái, por 3,660 millones de yuanes.
Parte de la venta irá a pagar 920.7 millones de yuanes en tarifas de construcción, indicó la empresa en un comunicado a la bolsa de Hong Kong.
El resto será usado como capital general de trabajo del grupo, agregó Evergrande.
El tema de la liquidez del grupo ha afectado negativamente el desarrollo y avance de proyectos del grupo
sostuvo.
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Planes de producción masiva de Evergrande
La noche del martes, la unidad de la firma Evergrande New Electric Vehicle confirmó en un comunicado separado que retomará los planes de producción masiva de su primer vehículo eléctrico el 22 de junio.
Pero el anuncio no logró impedir que la cotización de la unidad cayera este miércoles casi 10%, cuando se reanudaron las operaciones de bolsa.
La unidad de autos eléctricos suspendió la cotización en bolsa el 21 de marzo junto a Evergrande Group y Evergrande Property Services.
Además, la inmobiliaria dijo la semana pasada que no podría publicar sus resultados auditados de 2021 para finales de marzo, como lo requiere la bolsa de Hong Kong, y aclaró que el atraso es debido a la pandemia.
Evergrande ha dicho repetidamente que concluiría sus proyectos para entregarlos a los compradores, en un intento desesperado de salvar sus deudas, y pidió a los acreedores que le den tiempo.
Evergrande, afectado por una deuda de 300,000 mdd
Hace 10 días, Evergrande y todas sus unidades suspendieron sus operaciones en la bolsa de Hong Kong, en vista de que las firmas inmobiliarias chinas han enfrentado dificultades con las medidas del gobierno para contener el excesivo endeudamiento del sector y la creciente especulación de los consumidores.
Evergrande, uno de los principales desarrolladores inmobiliarios de China, se vio afectado por las medidas en momentos que negocia la restructuración de su deuda de 300,000 millones de dólares.
La suspensión del pasado 20 de marzo es la segunda este año, y se dio antes del vencimiento de un pago de 2,000 millones de dólares y otro de 1,400 millones de dólares en abril.
Agencias clasificadoras determinaron en diciembre que la empresa entró en default luego de que no pudo pagar sus compromisos a tiempo.
Evergrande aseguró que concluirá sus proyectos y los entregará a los compradores en un intento desesperado por salvar sus deudas al vender su participación.
Pero en enero, la empresa recibió la orden de demoler 39 edificios en la isla Hainan porque fueron construidos ilegalmente en el sitio turístico.
La crisis de Evergrande ha repercutido en todo el sector inmobiliario chino, y algunas empresas menores también entraron en default con sus préstamos, mientras otras luchan por conseguir financiamiento.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió en enero que la crisis inmobiliaria tendría efectos en toda la economía china y en los mercados mundiales.
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