La administración de Donald Trump anunció este viernes aranceles de 25% adicional a cosméticos, bolsas de mano y otras importaciones de productos franceses a EU valuadas en 1,300 millones de dólares, en respuesta al impuesto de Francia a los servicios digitales. Los vinos y los quesos quedaron fuera de la lista.

El gobierno estadounidense dijo que la implementación de este arancel estará suspendida hasta por 180 días.

La oficina del Representante de Comercio de EU dijo que retrasar el inicio de las tarifas permitiría más tiempo para resolver la problemática, incluyendo discusiones con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). La decisión también refleja la voluntad de Francia para retrasar la recolección de su 3% de impuesto en servicios digitales.

El movimiento de EU sucede después de una investigación que concluyó que el impuesto francés discrimina contra compañías estadounidenses como Google, Facebook y Apple.

Francia y otros países ven los servicios digitales como una forma de aumentar la recaudación a partir de las operaciones de grandes compañías tecnológicas en sus territorios, pues los gobiernos reclaman que estas empresas obtienen enormes dividendos de mercados locales y contribuyen muy poco a las arcas públicas.

El representante de comercio de EU, Robert Lighthizer, reveló el pasado jueves el plan para imponer aranceles a bienes franceses, así como la implementación diferida. Los 1,300 millones de bienes son parte de una lista publicada por la oficina de comercio en diciembre.

Los Estados Unidos han iniciado investigaciones similares a impuestos a servicios digitales adoptados o considerados en otros 10 países, incluyendo Reino Unido, India y Turquía, que podrían resultar en sus propios aranceles.

Las pláticas lideradas por la OCDE, que apuntan a desarrollar una solución multilateral para gravar los servicios digitales, no han podido producir resultados y las negociaciones se han complicado por la pandemia de coronavirus.

El mes pasado, el Secretario del Tesoro de EU, Steven Mnuchin, sorprendió a los países europeos cuando sugirió una pausa en las pláticas con la OCDE dada la falta de avances.

Un portavoz de la Unión Europea dijo a Reuters que Bruselas podría proponer su propia solución si las pláticas con la OCDE no producen un acuerdo. El portavoz también instó a Washington a restablecer las pláticas.