ExxonMobil, la compañía petrolera de 140 años, está ganando más dinero que nunca, sin embargo, la pandemia expuso profundos problemas culturales con los que han lidiado los empleados, orillándolos a abandonar sus puestos.

El año de la pandemia fue un tiempo difícil para los empleados de Exxon, ya que el COVID-19 y la caída de los precios del petróleo provocaron la detención de los aumentos salariales, la reducción de los beneficios y, por primera vez en décadas, miles de despidos

Un año y medio después, incluso cuando sus acciones vuelven a subir y Exxon gana más dinero que en sus 140 años de historia, la empresa ha experimentado el mayor desgaste desde su fusión con Mobil en 1999. 

Como casi todas las empresas, la deserción aumentó en los últimos dos años, pero no vemos eso como una tendencia a largo plazo

dijo Exxon en un comunicado. 

La petrolera apuntó que dentro de los elementos importantes, ha observado buenos resultados al momento de contratar a “los mejores talentos” para puestos en toda la empresa, en el nivel de entrada y para puestos ejecutivos sénior.

Vista de la refinería Exxon Mobil en Baytown, Texas. Reuters.

 

Te puede interesar: Exxon anuncia más despidos en Estados Unidos

Exxon: una organización con ‘cultura tóxica’

Una investigación de Bloomberg revela una razón primordial por la que el talento de ExxonMobil está huyendo: una cultura que está cada vez más fuera de sintonía con el mundo que la rodea. 

Dicho análisis involucró entrevistas con más de 40 empleados actuales y anteriores (muchos de los cuales solicitaron el anonimato porque Exxon no los autorizó a hablar en público), así como revisiones de docenas de documentos internos.

Los entrevistados describen a Exxon como una organización atrapada en visiones del pasado, con una cultura empresarial basada en el miedo, que si bien alguna vez fue faro de la “América corporativa”, se ha convertido en un lastre para la innovación, la asunción de riesgos y la satisfacción profesional. 

Aunque muchos empleados dijeron sentirse satisfechos de colaborar con un líder de la industria, también expresaron su frustración por la lenta inversión en mayores avances energéticos durante la última década, lo que convierte a la firma en un espacio laboral donde los mejores y más brillantes elementos ya no quieren pasar sus mejores años. 

La amabilidad con el liderazgo senior se ha vuelto más importante que la capacidad. Desafortunadamente esto se aceleró durante la pandemia

compartió a Bloomberg un ejecutivo que dejó la empresa el año pasado después de dos décadas. 

Amy von Walter, vocera de Exxon, rechazó las posturas en contra de la cultura corporativa de ExxonMobil, acusaciones que, asegura, no se sostienen por dos razones de peso: el número de nuevos elementos que se suman a la empresa cada año y el tiempo en que permanecen dentro de la compañía. 

Ninguna cultura es perfecta, pero eso no refleja un retrato preciso de la realidad; aunque es posible que no siempre lo hagamos bien

escribió von Walter en un correo electrónico. 

También lee: ExxonMobil y Chevron rompen récord de ganancias por alza de petróleo

Con información de Bloomberg