El Banco Popular de China (PBOC, por su sigla en inglés) anunció una reducción de 15 puntos base a la tasa de interés, a 2.50%, equivalente a 401,000 millones de yuanes en préstamos a mediano plazo (MLF, por su sigla en inglés) a un año de algunas instituciones financieras. 

La nueva acción significó el segundo recorte en tres meses, señal de que las autoridades están intensificando los esfuerzos de flexibilización monetaria para impulsar una recuperación económica vacilante.

El banco central también inyectó 204,000 millones de yuanes a través de repos inversos de siete días mientras reducía los costos de endeudamiento en 10 puntos base a 1.80% desde 1.90%.

Todo esto se suma a la urgencia de que los formuladores de políticas deben actuar rápido antes de que la confianza de los consumidores y las empresas se deteriore drásticamente

dijo Tommy Wu, economista senior de China en Commerzbank.

En una encuesta de Reuters a 26 observadores del mercado realizada esta semana, 20 participantes, o el 77%, predijeron que el banco central dejaría la tasa MLF sin cambios. Sólo seis encuestados pronosticaron una reducción marginal de la tasa.

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Panorama complicado

Los datos económicos de julio dieron pie a los analistas para señalar que el objetivo de China de registrar un crecimiento de 5% este año puede ser complicado sin un mayor estímulo fiscal. 

Si bien es cierto que el crecimiento sería mayor al obtenido en muchas naciones del mundo, el resultado es decepcionante si se considera que invierte aproximadamente el 40% de su Producto Interno Bruto (PIB) cada año, aproximadamente el doble de Estados Unidos. 

A las malas noticias se le suma la tensión registrada en el mercado inmobiliario, el cual representa alrededor de una cuarta parte de la actividad económica. 

Algunos economistas advierten que los inversionistas tendrán que acostumbrarse a un crecimiento mucho menor. Unos pocos incluso plantean la perspectiva de un estancamiento similar al de Japón. 

Pero otros economistas dicen que muchos consumidores y pequeñas empresas ya pueden sentir un dolor económico tan profundo como durante una recesión, dadas las tasas de desempleo juvenil superiores a 21% y las presiones deflacionarias que pesan sobre los márgenes de ganancias.

Los malos resultados en el tema de empleo provocaron que China suspendiera la publicación de sus datos de desempleo juvenil, diciendo que necesitaba revisar la metodología detrás del índice de referencia observado de cerca, que ha alcanzado máximos históricos en una de las muchas señales de advertencia para la segunda economía más grande del mundo.  

Fu Linghui, portavoz de la Oficina Nacional de Estadísticas (NBS, por su sigla en inglés), dijo que la publicación de datos se suspendería mientras las autoridades buscan “optimizar” los métodos de recopilación.

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Con información de Reuters