El Producto Interno Bruto (PIB) de China registró una tasa de 4.9% anual en el tercer trimestre del 2021, informó la Oficina Nacional de Estadística (ONS).
No obstante, el crecimiento registró presiones por parte del sector inmobiliario chino y de la crisis energética que azota al país, informó el diario británico Financial Times.
La cifra para el tercer trimestre de este año es inferior a las previsiones de analistas consultados por AFP, quienes estimaron una tasa de 5%.
Además, representó una desaceleración desde la expansión de 7.9% en el periodo de abril a junio.
“Debemos notar que están aumentando las incertidumbres del actual entorno internacional y que la recuperación económica interna aún es inestable y desigual”, dijo el portavoz de la ONS, Fu Linghui, en un comunicado.
Energía y COVID-19
Analistas de Fidelity International dijeron que, si bien los temores inmobiliarios están en el “epicentro del choque”, el lastre económico se ve exacerbado por el problema energético, los cierres regionales y la estrategia de “cero covid”, que golpeó al sector de servicios.
“La única sorpresa en las cifras del PIB chino es que no fueran más bajas”, indicó Paras Anand, jefe oficial de inversiones de Asia-Pacifico de Fidelity.
El racionamiento energético de las últimas semanas, junto al creciente costo de las materias primas y las medidas climáticas del gobierno han provocado una reducción en la actividad minera y manufacturera.
Sin embargo, las ventas al detalle crecieron 4.4%, por encima de 2.5% de agosto, al levantarse algunas medidas de contención sanitaria en el país, que impuso cierres de emergencia en algunas zonas afectadas por el virus.
Por su parte, el gobierno chino ha intentado recalibrar la economía para orientarla más a los consumidores y menos hacia la inversión y las exportaciones.
Sin embargo, las autoridades deben mantener un delicado equilibrio entre el apoyo al crecimiento y contener la inflación, ante el aumento más acelerado en los precios de fábrica del último cuarto de siglo.
Impacto de Evergrande
Las dificultades del gigante inmobiliario Evergrande, que arrastra una deuda de más de 300,000 millones de dólares, han afectado el sentimiento de los posibles compradores en el sector.
Sin embargo, el banco central chino aseguró el fin de semana que cualquier impacto de Evergrande será controlable, y el gobernador de la institución, Yi Gang, aseguró el domingo en un seminario que las autoridades están atentas a problemas con una posible falta de pago de algunas empresas.
Yi indicó que el PIB chino deberá crecer alrededor de 8% este año.
Kuijs destacó que hubo un “golpe adicional en septiembre” por los apagones y cortes en la producción debido a la estricta aplicación de las metas climáticas y de seguridad por parte de los gobiernos locales.
Agregó que el daño se hizo visible en el declive de la producción industrial, que desaceleró a 3.1% en la medición interanual a septiembre.
“El PIB débil del tercer trimestre refleja una combinación de factores negativos”, como interrupciones en la cadena de abastecimiento, comentó Rajiv Biswas, economista jefe para Asia Pacífico en IHS Markit.
Con información de AFP